Crespo: 5 damas por el “Mes de la Mujer” cuentan sus experiencias de vida

Estuvieron esta semana en el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTVYésica Weller (pastora de la Iglesia Bautista de Crespo), Valeria Silvero (dirigente de Cáritas de la Parroquia San José), Elizabeth Papalardo (cantante), Mónica Lindt (emprendedora) y Lucrecia Vecchio de Huck (profesora de Inglés, docente y subdirectora de El Observador), quienes participaron de una mesa especial por el “Día Internacional de la Mujer” y brindaron interesantes opiniones y reflexiones.  

– Yésica Weller, docente y pastora evangélica, ¿cómo es el rol hoy de las mujeres en las Iglesias…?

– (Weller) Desde la “Iglesia Bautista” siempre tratamos de acompañarlas, ayudarlas. Tenemos programas especiales para ellas. Justamente este sábado por la tarde, tendremos un encuentro denominado “Renovadas”. Como mujeres siempre nos gusta estar bonitas, siempre nos renovamos por afuera, pero también es importante renovar lo que llevamos adentro…

– ¿Sigue habiendo una búsqueda espiritual mayor de parte de las mujeres que de los hombres…?

– (Weller) Sí… la mujer tiene siempre una mayor apertura y predisposición a relacionarse con Dios. En los cultos y reuniones, siempre hay más que hombres. En mi caso, de jovencita me fui a preparar a un seminario para ser pastora, donde lo conocí a mi esposo (Pr. Emanuel Plem). Nos casamos. Estuvimos un tiempo en el extranjero, en Fray Bentos (Uruguay), donde nacieron nuestras hijas y luego nos vinimos a trabajar a Crespo, en la Iglesia Bautista. Tengo 30 años, 2 hijas, soy además profesora de Lengua y Literatura, dando clases en la Escuela Técnica y en Racedo…

– Elizabeth, cantante, también docente…

– (Papalardo) Desde el primer momento siempre tuve esto de querer cantar. En la Iglesia, de niña, ya estaba en el coro y en el grupo de alabanzas. Después surgió lo de ser cantante, pero no estoy 100% dedicada a la actividad. Desde hace aproximadamente 24 años, me dedico a la docencia, dando clases de apoyo escolar y he trabajado en escuelas. He tenido a sus nietos (de Fernando Huck), a Dylan, Iván, Alex y ahora están viniendo a clases, Ricardito y Eduardo. Por otra parte, tengo una actividad bastante presencial de servicio en la Iglesia Cristiana Evangélica, entre otras actividades… 

– ¿Qué música le gusta más…?

– (Papalardo) La melódica, pero hoy es muy difícil elegir canciones que tengan un lindo mensaje, con nada de violencia. Con el canto, no pierdo la oportunidad de dar también un testimonio y de invitar a la gente que se alejó de Dios a que vuelva, que orienten su vida… En mi caso, soy una agradecida a la vida. Dios me ha bendecido mucho…

– Mónica Lindt, artesana, con muchos años de trabajo también como dirigente en la Fundación Solidaridad…

– (Lindt) Sí, voy a estar cumpliendo 15 años con mi emprendimiento. En su momento me propuse ser analista en sistemas, hasta que nació mi hijo mayor, por lo que hice un pausa en la carrera. Y cuando estaba por retomar, vino el segundo, por lo que el estudio se fue complicando. Cuando ellos empezaron a tener su ritmo de vida escolar, me estaba sobrando tiempo, así que decidí no quedarme de brazos cruzados y empecé con este emprendimiento, haciendo velas. En ese tiempo, las manualidades se regían por un canal que se llamaba Utilísima. Con la pandemia, se cerraron las importaciones de parafina y las que estábamos en el rubro de las velas, tuvimos que incursionar en la vela de cera de soja. Hoy tengo un showroom y ciertos clientes que ya son fijos, más empresas, instituciones, decoradores, ambientadores…

– Valeria Silvero, docente y con destacado trabajo en Cáritas, una institución con mucho trabajo por el prójimo…

– (Silvero) Soy docente jubilada, maestra de primaria y profesora de Historia. Después de 32 años de trabajo intenso es lindo tomar un descanso y dedicarnos más tiempo a la familia y en mi caso, a Cáritas. Los que trabajamos toda la vida, cuando nos jubilamos, seguimos con el mismo ritmo, ahora ya no tanto, pero al principio, me seguía levantando a las 5.30, igual que cuando iba a la escuela, porque ya está incluido en la dinámica diaria. Me siento muy feliz con esta tarea en Cáritas y en la Parroquia San José. La iglesia tiene 3 grandes pilares, la Catequesis, la Liturgia y la Caridad. Trabajamos mucho con la entrega de ropa y alimentos, apoyo escolar, curso de alfabetización de adultos, que es posible porque hay personas que tienen múltiples actividades, hijos, nietos, casa, trabajo y dedican ese tiempo para ayudar al otro, que no necesariamente está requiriendo algo material y ahí tratamos de estar, escuchándolos. Somos 13 las integrantes del equipo de Cáritas y de varias generaciones. No somos tan jóvenes, pero nos sentimos jóvenes. Hay mujeres que superan los 80 años, que están participando en el grupo, haciendo su aporte sobre todo desde la oración y experiencia. Pero también nos acompañan varones y nuestros sacerdotes que son los que nos orientan…

– (Lucrecia J. Vecchio Cabanay) Escuchando a las demás mujeres, digo realmente Dios nos hizo muy fuertes… Si bien es una fuerza diferente a la del hombre, tenemos esa garra y esa fuerza interior que nos empuja. Siempre estamos haciendo cosas. Soy docente jubilada, en pocos días cumplo 74 años, pero estoy activa. A veces la gente me pregunta, ¿con qué necesidad seguís tan ocupada? Y la respuesta es que toda mi vida trabajé, me gusta hacerlo y no por ser jubilada, dejo de hacer cosas que considero que son importantes, no solamente para mí sino para mi familia, el entorno, la empresa y donde uno está involucrado. He estado en grupos para ayudar a otros… Y una vez que me jubilé en la docencia, me involucré en la empresa, porque los chicos ya estaban grandes, tenían sus actividades propias, se manejaban más o menos solos y hasta el día de hoy sigo involucrada. Hoy trato de estar al lado de los nietos cuando me necesitan, para darles un consejo… Dios nos ha diseñado y somos como una máquina que mientras estemos activos, tendremos menos dolencias, uno se levanta y tiene una meta, un objetivo, tiene algo que hacer, porque lo peor que le puede pasar a una persona es despertarse sin tener un rumbo en ese momento, algo por hacer. Sí tengo otros horarios a los de antes, porque decidí enriquecerme más interiormente, me tomo el tiempo para leer la Palabra, trato de aprender más cada día… 

– (Lindt) Uno recuerda tal vez en la niñez a los abuelos, que estaban ahí sentados en el sillón todo el día… Después de hacer su tarea, se jubilaban y estaban ahí sentados inactivos, esperando solamente el domingo para ir a la Iglesia, encontrarse con algún amigo, conocido, familiar y después volver a su casa. Y de lunes a viernes, era la misma rutina… Nuestros padres ya fueron diferentes, nosotros somos diferentes y también nuestros hijos. Vamos evolucionando a medida que precisamente el mundo va evolucionando…

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