El pasado 12 de junio se cumplieron 2 años del lanzamiento del PROCREAR, programa que implementó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que les permitió tener su casa propia a miles de familias argentinas. A través de este plan, en el país hay 32.000 viviendas terminadas y 113.000 en construcción, a las que se sumaron 137.000 nuevos beneficiarios sorteados durante este mes. Entre los ya beneficiados con este plan, hay casi 100 crespenses, entre ellos Guido Giménez y Marcela Torresín (padres de 3 hijos), quienes comentaron a El Observador que “no es la casa que uno sueña, pero es la que uno puede llegar a tener. Nos enteramos de este programa escuchando a la presidenta en cadena nacional y al día siguiente empezamos a buscar información en internet, nos inscribimos y en el tercer sorteo (mayo de 2013) salimos beneficiados. En junio de ese año tuvimos la primera entrevista, al mes siguiente presentamos la carpeta, en agosto recibimos el primer desembolso, en octubre arrancamos la casa y hoy ya la estamos habitando. Recibimos en total $ 320.000, que nos alcanzó para hacer las obras para que podamos vivir aquí. Hubo momentos en el que lloramos, muchas noches en las que no dormimos, porque se acumulaban las cosas que se debían hacer. Fueron 9 meses que se nos hicieron eternos, pero valió la pena tanto esfuerzo, porque hoy cumplimos con nuestro sueño. Le recomiendo a todo matrimonio, que se informen sobre este programa, porque es la gran oportunidad que uno tiene de hacer su vivienda”. Guido y Marcela, de 42 años, recordaron que “nosotros habíamos comprado un terreno en Crespo Inmobiliaria y como nos faltaban pagar unas cuotas, fuimos a hablar con el Cont. Fernando Huck, propietario de la misma, quien nos ayudó muchísimo, se portó muy bien con nosotros. Para acceder al crédito, desde el banco nos pedían la escritura del terreno y el Cont. Huck nos agilizó los trámites y nos ayudó en todo. Sin ese aporte, no podríamos haber comenzado con las gestiones. Nos falta completar el cielorraso, hacer tareas de pintura y veredas” remarcaron que “ya tenemos nuestra vivienda, con los dormitorios, baños, cocina y comedor amplio, lavadero interno… y estamos pagando por el crédito, $ 3.000, que es un poco menos que lo que saldría hoy abonar un alquiler”.

Franco Frickel y Alejandra Stang son también beneficiarios de este programa y en declaraciones a este medio explicaron que “estamos disfrutando desde hace casi un año de la vivienda, después de haber sido favorecidos en el sorteo del 20 de julio de 2012. Nosotros nos inscribimos el mismo día que lo presentó la presidenta”.

Stang acotó que “si bien soy monotributista y mi marido empleado, era imposible acceder a los créditos tradicionales, porque no nos daba para pagar las cuotas que nos pedían y a su vez, cumplir con el alquiler. El PROCREAR fue una solución que teníamos como para tener algo propio, recibimos $ 250.000 y si bien no nos alcanzó, ya que teníamos los planos por 60 metros cuadrados, pudimos hacer lo necesario, con una cocina, baño y una habitación. Nosotros estábamos pagando un alquiler de casi $ 4.000, en 2013 y hoy abonamos una cuota de $ 2.000 por este crédito. Obviamente no son las mismas comodidades, pero ésta es mi casa y cada pesito que les puedo podamos poner, gracias a nuestro trabajo, nos queda para nosotros”.

Stang expresó que “a todas las personas les recomiendo que al menos consulten sobre este programa… Una vez me dijeron y… ¿cuánto le va a salir al país esto que están haciendo…? Yo desde los 17 años que pago impuestos, siempre cumplí y siento que es un reconocimiento a todos estos jóvenes que somos un montón, que estamos haciendo las cosas bien, que pagamos lo que hay que abonar, que aportamos a nuestro país, provincia y ciudad y es importante tener del gobierno, sea del color que sea, este tipo de ayudas”.

Marcos Schimpf y María Laura Scamacca que también se vieron favorecidos por el PROCREAR, contaron a este medio que “nosotros estamos en la última etapa de la construcción” y recordaron que “cuando surgió lo de este programa, decidimos anotarnos y salimos sorteados. En ese momento, estábamos pagando el terreno, por lo que tuvimos que adelantar trámites y cuotas, pero hoy podemos decir que todo ese esfuerzo, tiene sus frutos. Era la oportunidad para nosotros y si bien el crédito no nos alcanza para terminar la casa, representa un adelanto importante. Además, dejaremos de pagar un alquiler de $ 4.000, para abonar una cuota de $ 2.500”. Acotó que “la mayoría de los que salimos sorteados, teníamos el mismo problema, de que no nos alcanzaban los sueldos para el crédito tradicional y ésta es la posibilidad, además de los meses de gracia que otorgan, que es otro de los beneficios que brinda este programa”.