Coronavirus: Psicólogo Fernando Vangioni desde Paraguay habló sobre infoxicación, impactos económicos y el dilema Salud o Trabajo”

Fernando Vangioni es un reconocido psicólogo y couch español, quien, con sus 8 posgrados, esposa y 4 hijos, vino contratado para trabajar a Paraguay, primero algunos años como CEO en una fundación y últimamente como directivo en una empresa naviera internacional. Esta semana habló vía Skype con su tío, el Cont. Fernando Alberto Huck, director de El Observador, sobre cómo la pandemia del Coronavirus está afectando al mundo. Se mostró preocupado por el futuro económico y social, en especial en los países no desarrollados y dijo: “Hace más de una semana que el gobierno paraguayo decretó una cuarentena obligatoria, medida que es igual que la adoptada en Argentina. Solamente se puede salir a las calles para ir a supermercados, farmacias, hospitales o por otras razones de fuerza mayor. La situación mundial de hoy, me recuerda a lo que se vivió el 11 de septiembre de 2001 con el derribo de las Torres Gemelas, donde el mundo entró en pánico, porque no sabíamos si Bush (ex presidente de USA) iba a apretar el ‘botón nuclear’ o cuál iba a  ser nuestro futuro. Este virus tiene un rapidísimo contagio, pero con baja mortalidad y con un componente psicológico muy importante, alimentado por lo que llamamos infoxicación, que son los medios de comunicación y las noticias muy alarmistas. En cuanto al aspecto económico, hay diferentes puntos de vista sobre cómo encarar esta situación: países de Europa optaron por el aislamiento social, con una gran repercusión económica y con un panorama muy perturbador. En España ya se han perdido más de 1.000.000 de empleosA mí, me da más miedo el impacto económico que el de la salud. En Paraguay, muchos quedarán sin su trabajo, por lo que hay un debate que es casi filosófico o teológico, sobre si es conveniente apretar el nivel de seguridad sanitario, para que la gente no salga de sus casas, a costa de perder el tejido empresarial. Al final es como si el gobierno tuviera que decidir entre salud o trabajo o si se prefiere enfermedad o hambre. ¿Qué es peor? Aquí hemos optado por el hambre, porque no circula gente por las calles y muchas empresas están cerrando. Tendrán salud, pero, ¿a qué costo? La obstrucción del tejido empresarial, nunca dio buen resultado”.

“Los gobiernos saben que el contagio de este virus es inevitable y que el 1% o 2% va a morir. De aquí en más, los psicólogos van a tener mucho trabajo con las terapias post aislamiento, porque las consecuencias van a ser terribles y posiblemente los gobiernos van a dejar de recaudar y no van a saber cómo sostenerse. Y a nivel social, puede haber importantes revueltas… Lo que uno está viendo es que a corto plazo, esto no va a tener un final feliz. Hagan lo que hagan los gobiernos, van a tener un final dramático por tener que elegir. Lo que sí, lo único que están consiguiendo con la restricción o cerrando los aeropuertos, no dejando abrir las empresas para evitar este momento, es aplanar la curva y que los contagios aparezcan más lentamente y que el servicio de salud pueda dar abasto. Entonces, no se espera una recuperación sanitaria antes de fin de año y con respecto a la repercusión económica, posiblemente en Sudamérica dure más que en Europa. Recuperar ese tejido económico que se dañará, puede tardar 7 años, como pasó en otras crisis mundiales. La actual va a ser una crisis de micro-consumo que afectará a las familias. La clase media se volverá pobre y la clase pobre más aún y los ricos serán más ricos, que ahora están ahorrando, porque no pueden salir a gastar y están comprando acciones muy baratas en todo el mundo de otras empresas y cuando suban, volverán a vender. El dinero llama a dinero y no van a estar golpeados como el resto”.

Sobre las estrictas medidas adoptadas por los gobiernos, opinó: “Como psicólogo digo que están optando por tomar medidas más por miedo que por datos oficiales. Ningún gobierno de Europa o América va a querer responder ante su sociedad por la muerte de gente mayor. Gobiernos de Centroamérica han optado por una infección controlada, lenta, que permita aplanar la curva y que hagan que los servicios de salud no estén colapsados y se supere las demandas de respiradores y los médicos se vean obligados a decidir a quién les dan el respirador y a quién noEl virus llegará a casi el 100% de la población, por lo que se deben tomar otras medidas, para no destruir tanto el tejido económico”.

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