Cómo proteger la salud cardiovascular en tratamientos oncológicos

Especialistas destacan que, desde el punto de vista cardiovascular, en el abordaje de un paciente con cáncer, el paso fundamental consiste en realizar una correcta evaluación previa al inicio del plan terapéutico de la enfermedad oncológica. En ese marco, es fundamental tener en cuenta los factores de riesgo, como la hipertensión, diabetes, dislipemia, obesidad, tabaquismo o sedentarismo, para saber si los mismos, están controlados o no. Entre las complicaciones más frecuentes relacionadas a la quimioterapia, pueden aparecer la disfunción ventricular, insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica, hipertensión arterial, arritmias, pericarditis, valvulopatías, enfermedad tromboembólica, hipertensión pulmonar, enfermedad vascular periférica y miocarditis.

Junto con el ecocardiograma doppler, debe realizarse una evaluación cardiológica y consensuar con el oncólogo la conducta con cada paciente de forma individualizada, de acuerdo a las medicaciones que se utilizarán.

La Dra. Florencia Perazzo, médica oncóloga, ex presidenta de la Asociación Argentina de Oncología Clínica y miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología, expresó que “la idea no es alarmar a los pacientes, sino concientizar. El control cardiológico en forma precoz, muchas veces detecta y evita daños mayores. El objetivo fundamental es que el paciente pueda llevar adelante el tratamiento… Es importante destacar que la evolución tecnológica, el tipo de equipamiento y las distintas técnicas que utilizan menor volumen cardíaco irradiado por ejemplo, mostraron una reducción significativa de algunas complicaciones, comparadas con las que se daban una década atrás. Hoy en día el beneficio ha superado el riesgo; no obstante, el seguimiento y control de los pacientes, así como el monitoreo permanente, son claves”.

Por eso es trascendental la labor interdisciplinaria médica, que no sólo busca alcanzar la mejor atención terapéutica posible para el paciente oncológico con el menor impacto en su corazón, sino que también tiene como objetivo reducir los números de mortalidad. Según muestra un registro estadounidense que analizó la causa de muerte en la población en general versus los pacientes diagnosticados de cáncer desde 1973 a 2012, el 11% de la mortalidad fue por causa cardiovascular, de los cuales 2 de cada 3 eran por insuficiencia cardíaca. Las nuevas cifras reportadas en USA, en 2021, muestran que entre los pacientes con cáncer la mortalidad específica por enfermedad cardíaca tiene un índice de 10.61 por 10.000 personas por año, lo que representa un valor 2.24 veces mayor a los índices por enfermedad cardiovascular sin patología oncológica. “Por esto, es fundamental el trabajo interdisciplinario, pero lamentablemente, son pocos los centros que cuentan con Servicios de Cardio-Oncología al día de hoy. Muchas veces, el paciente oncológico es derivado al cardiólogo cuando el evento o la toxicidad ya ocurrió y en ciertos casos, ya no puede revertirse” destacan desde la Sociedad Argentina de Cardiología.

Los especialistas coinciden en que tanto para la enfermedad oncológica como la cardiovascular, es vital el control de los factores de riesgo como la hipertensión, sobrepeso, colesterol y diabetes, para -de este modo- prevenir no sólo el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, sino también la aparición de enfermedades oncológicas. A su vez, recomiendan que, así como se realizan controles y estudios cardiológicos de rutina en forma periódica, deben mediante exámenes como la mamografía, el Papanicolaou y la video colonoscopía, permitir la detección temprana de la patología oncológica de manera de acceder precozmente a los tratamientos y a un mejor pronóstico de la enfermedad.

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