Cómo lograr que una caída no le arruine su vida para siempre

Un acto tan simple y sencillo como una caída, puede significar un antes y un después en la vida de una persona. Pocas veces el ser humano es totalmente consciente de las consecuencias que ello puede tener y asume riesgos, que habitualmente se transforman en hematomas, fracturas, lesiones en órganos vitales y hasta incluso la muerte. De acuerdo a las últimas estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, las caídas constituyen la segunda causa de fallecimiento por lesiones no intencionales en el planeta y se calcula que cada año, unas 424.000 personas pierden la vida por este motivo.

Aunque las caídas conllevan un riesgo de lesión en todas las personas, su edad, sexo y estado de salud pueden influir en la gravedad de sus secuelas. Los ancianos son quienes corren mayor riesgo de muerte o lesión grave tras perder el equilibrio, estimándose que a partir de los 65 años las probabilidades de recuperación disminuyen. La magnitud del riesgo puede deberse a los trastornos físicos, sensoriales y cognitivos relacionados con el envejecimiento, así como a la falta de adaptación del entorno a las necesidades de la población de edad avanzada. Otro grupo de riesgo es el formado por los niños, cuyas caídas se deben en gran parte a su estado de desarrollo, a su curiosidad innata y al aumento de su nivel de independencia, que los lleva a adoptar conductas de mayor peligro para su integridad física. Aunque la supervisión insuficiente de los adultos es un factor citado frecuentemente en las guardias de los hospitales, las circunstancias suelen ser complejas.

Pero envejecer o ser aún pequeño no son los únicos factores que favorecen las caídas. Sin distinción de edad ni de género, la diabetes, la insuficiencia cardíaca, los problemas circulatorios, los trastornos de la glándula tiroides o del sistema nervioso, también afectan el equilibrio. Algunas medicinas provocan mareos, como así también el consumo de bebidas alcohólicas y otras sustancias prohibidas. Los problemas de la visión y de audición inciden significativamente, sin mencionar la extensa lista de condicionantes externos vinculados a objetos, trabajos y la infraestructura de los espacios donde la persona se desenvuelve. En consecuencia, cuidar y controlar el estado de salud mediante los exámenes físicos y oculares periódicos, ingerir suficiente calcio y vitamina D, como así también mantener una rutina de ejercicios, ayuda a reducir las probabilidades de caerse.

Existe un amplio abanico de consecuencias que se pueden padecer, entre los que se pueden señalar:

Hematomas: Las caídas más simples dejan hematomas, comúnmente conocidos como “moretones”, que son marcas en la piel causadas por la presencia de sangre atrapada debajo de la superficie de esta. Van cambiando de coloración hasta que desaparecen al cabo de unas semanas.

Dislocaciones: son lesiones en las articulaciones, que fuerzan los extremos de los huesos y los sacan de su posición. Cuando ocurre, no es posible mover la articulación afectada, como tobillos, rodillas, hombros y codos. Pocas veces se producen dislocaciones de los dedos de las manos y los pies. Los síntomas principales son la hinchazón, dolor intenso y visiblemente el hueso está fuera de lugar. El tratamiento dependerá de la articulación afectada y de la gravedad de la lesión, pero habitualmente requiere de un par de semanas.

Torceduras: son la torsión o estiramiento de un ligamento, que básicamente son tejidos que conectan los huesos de una articulación. Las caídas suelen provocar torceduras, siendo los tobillos y las muñecas las zonas más sensibles. Los síntomas principales son dolor, inflamación, hematomas e incapacidad para mover la articulación. Cuando ocurre, la persona siente un chasquido o un desgarro.

Distensiones: son músculos o tendones estirados o rotos. Los tendones son tejidos que conectan los músculos con los huesos. Sucede de forma repentina o se desarrolla con el tiempo tras el golpe. Las distensiones de los músculos de la espalda y los isquiotibiales son comunes y se caracterizan por espasmos musculares, inflamación y dificultad para mover el músculo. El tratamiento inicial incluye reposo del área afectada, hielo, uso de vendas o compresión del área y medicinas prescriptas por el especialista conjuntamente con sesiones de fisioterapia.

Fracturas: es una ruptura en la parte ósea del organismo. Si el hueso roto rompe la piel, se denomina fractura expuesta o compuesta y generalmente se diagnostica en personas que han sufrido un accidente de tránsito, una fuerte caída o una lesión deportiva. Sus síntomas son hinchazón, hematomas o hemorragias, dolor intenso, entumecimiento y hormigueo y movilidad limitada o incapacidad para mover una extremidad. El médico determinará el tiempo que el miembro afectado deberá estar enyesado y algunas veces, es necesario practicar una cirugía para colocar placas, clavos o tornillos, que permitan mantener el hueso en su lugar.

Consejos para prevenir caídas

* Levántese con lentitud después de comer, dormir o acostarse para descansar, ya que si lo hace muy rápido, la presión arterial puede bajarse abruptamente y provocarle una sensación de mareo y desequilibrio del cuerpo.

* Mantenga la temperatura en su hogar, sin llegar a extremos de ambientes muy calientes o muy fríos, porque pueden causar mareos.

* Si tiene dificultades para mantener el equilibrio al caminar, utilice un bastón, trípode o andador para apoyarse. Se sentirá más estable y ante una eventual caída, el golpe no será tan brusco. Son elementos de gran ayuda para espacios donde el piso no está nivelado.

* Utilice calzado con suela de goma y tacón bajo, que sean un buen soporte para los pies.

* Evite subir escaleras rápidamente o caminar por pisos encerados en forma desprevenida, ya que son factores de peligro. Sujétese de los pasamanos cuando haya posibilidad de usarlos. Manténgase alejado de los pisos recién lavados o con detergentes.

* No se suba a una silla o mesa poco seguras para tratar de alcanzar algo que esté demasiado alto y si su trabajo implica desenvolverse en altura, tome todos los recaudos. El mercado ofrece dispositivos extensores, fajas y demás indumentaria que son apropiadas para disminuir las secuelas en caso de caídas.

* No conduzca motocicleta si ha ingerido bebidas alcohólicas, medicación psiquiátrica que afecten sus reflejos o capacidad de reacción ni en cualquier otra circunstancia en que se sienta descompuesto, ya que perderá el equilibrio fácilmente.

* Coloque lámparas e interruptores de luz cerca de la cama y en pasillos transitados de la casa.

* Si forma parte de la población con mayor riesgo de sufrir caídas, consulte a su médico de confianza la posibilidad de realizarse una densitometría ósea, que es un estudio específico que mide la densidad mineral ósea, indicando qué tan fuertes son sus huesos. De ser necesario, su médico le podría prescribir medicamentos que ayudarán a fortalecer el esqueleto para evitar quebraduras.