¿Cómo impactan la economía y las emociones en las celebraciones de Navidad y fin de año?

Generalmente, las fiestas de fin de año representan una oportunidad para celebrar la vida junto con la familia y amigos, pero también generan momentos de estrés, más en un tiempo de incertidumbre económica, que aumenta la tensión. Esta semana estuvo en el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, la Lic. en Psicología, Yohanna Pohl, quien en diálogo con “Diario 6” de Canal 6 ERTV, explicó que “Un contexto de mucha incertidumbre respecto al porvenir provoca ansiedad y angustia, lo cual se ve reflejado también en las fiestas. Tanto Navidad como Año Nuevo o como puede ser un cumpleaños, son fiestas donde más vulnerables y sensibles estamos. Lo importante es reducir las especulaciones y no sobre-pensar las situaciones. Una estrategia puede ser clarificar los riesgos y especificar cuál es el problema que me afecta, para poder encontrar soluciones o pensar alternativas. Por ejemplo, si uno escucha que se tomaron medidas políticas o económicas sobre las universidades; pero yo no estoy estudiando una carrera universitaria o no tengo hijos en la facultad, no es un problema que me afecta directamente, pero soy emprendedora y no venden los elementos que necesito para producir mi producto, esto si es una prioridad a resolver en mi caso.  Tener clarificado esto me permite tomar una postura resolutiva al respecto. De este modo, recupero la sensación de control, reduciré mi ansiedad y encontraré la fortaleza mental para escuchar a la persona que sí va a la universidad y que tiene ese riesgo, para poder acompañarlo y sostenerlo desde la empatía, pensando con claridad y tranquilidad. Debemos reducir las especulaciones y mantener la calma dentro de las posibilidades, por supuesto, para no generalizar el pánico, ya que paraliza y contagia desesperación…”. En esta misma línea, recomendó mantenerse informado, pero no obsesionarse con ciertas temáticas.

– En Crespo también se ve que paulatinamente se está perdiendo esa costumbre de armar el “Árbol de Navidad”, de poner luces en las casas, ¿es por la misma situación…?

– Por un lado, hay desgano y desmotivación por el contexto político-económico, como hablábamos, pero también se han flexibilizado muchísimo las tradiciones. Las nuevas generaciones, cuestionan estas tradiciones o lo que ya está establecido para proponer nuevas formas. De todos modos,  cada familia lo vive y lo transita de manera diferente.

– Con una pérdida reciente de un ser querido, ¿cómo se afrontan las fiestas de fin de año…?

– El proceso de duelo no es lineal y en este sentido cada uno lo afronta con los recursos que tiene. Lo importante es que se pueda respetar como lo vive cada uno y no se juzgue ni a sí mismo ni al otro por lo que siente o necesita en cada momento. Quizás lo que a mí me sirve, no es lo más saludable para quien está a mi lado. Siempre que se pueda hablar de esa persona que ya no está, bienvenido sea. Pero no todos están preparados para eso en el mismo momento. Entonces, una alternativa, por ejemplo, puede ser recordarlo prendiendo una vela, tener una prenda que me regaló o poner un centro de mesa con sus flores preferidas y de este modo simbolizar su presencia, pero sin generarle malestar a quien aún no está listo para poner en palabras dicha pérdida. Incluso hay quienes necesitan cambiar rotundamente la tradición y hacer algo totalmente distinto a lo que se venía haciendo…

– Para muchos, los abuelos representan la unión de la familia y la frase es que sin ellos, “las fiestas no son las mismas”…

– Pasa con los abuelos y con los niños también. A veces los chicos con su cariño e inocencia, brindan esa motivación, una energía distinta a las fiestas, a pesar de las circunstancias… El problema es que a veces, entre las generaciones, nos vamos de un extremo a otro. Antes se repetía año tras año como mandato las mismas rutinas justamente por ser “fechas especiales”, actualmente se prioriza el propio disfrute, la individualidad, desde una perspectiva más liberal. Por eso es importante el diálogo y ponerse de acuerdo para no caer en un extremo o en el otro, donde alguien salga lastimado…

– ¿Aumentan las consultas antes del cierre de cada año, que es tiempo de balances, recepciones, las fiestas…?

– Sí, tenemos más consultas. Generalmente, también es estresante este mes por una cuestión de las expectativas. “Tengo que” terminar, cumplir, preparar, etc. y eso conlleva un desgaste y un cansancio mental mucho mayor que el físico…

– ¿Cuál es la recomendación…?

– Hay que conservar las actividades que a uno le hacen bien y fundamentalmente, mantener lo que comúnmente se llama el “cable a tierra”. Si me hace bien salir a caminar, pasar un determinado momento a solas, hay que hacerlo, para tolerar y afrontar esa situación. En cuanto a las fiestas, no ser tan rígidos respecto de las expectativas o exigencias, en pensar que tenemos que comer tal cosa a determinado horario y distribuir tareas, por ejemplo. Buscar disfrutar sanamente de ese momento,  acompañándonos entre todos, que en realidad ese es el objetivo, con paciencia y tolerancia, más en este contexto.  

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