Cómo evitar que la otitis le arruine el verano

Al acercarse la temporada de verano, muchas familias comienzan a poner en condiciones sus piletas, los clubes abren las inscripciones para las colonias y las elevadas temperaturas hacen que los balnearios, natatorios y las playas costeras del río, se colmen de visitantes que buscan refrescarse. Si bien el contacto con el agua es saludable, el cuerpo humano debe estar preparado para ello y principalmente hay que ser cuidadosos con los órganos vinculados a los sentidos. El oído es uno de los más sensibles y muchas personas sufren otitis cada año, por lo que El Observador dialogó esta semana con el Dr. José C. Simon, especialista en otorrinolaringolo gía, quien explicó: “Es importante aclarar que más allá de los desencadenantes que aparecen en verano, existe en cada persona que padece esta afección una predisposición a desarrollarla. Normalmente se produce por acumulación de agua dentro del conducto auditivo. Pero no es causa exclusiva el agua, sino todos los nadadores deberían tener otitis y no es así. Hay que diferenciar los cuadros que se pueden producir: la otitis externa, es básicamente una infección e inflamación del oído externo, es decir que el problema está en el conducto auditivo y el síntoma fundamental es el dolor y la secreción. La otitis media se produce a mayor profundidad. Se afecta el oído medio, es decir donde está la caja timpánica y los huesitos. Genera una disminución de la audición, puede no haber secreción y el dolor es menos intenso. Se potencia su aparición en la temporada de pileta, porque con el sol muchas personas se resfrían y con la ayuda del agua, los mocos ingresan por el conducto que une la nariz con el oído”.

Este trastorno auditivo se presenta en hombres y mujeres de todas las edades. No obstante ello, en alusión a los factores externos que contribuyen a su desarrollo, el profesional expresó: “El tipo de agua que ingresa al conducto es un dato a tener en cuenta, ya que habitualmente el de pileta es más limpia que el de un río o arroyo que tenga poca corriente. También la frecuencia con que ingrese el líquido, la salinidad (termas) del mismo o la incorporación de determinados productos (cloro), hace que las lesiones sean más o menos severas”.

Siempre se aconseja que previo a la temporada de piletas, cada integrante de la familia realice una consulta con el especialista o mínimamente con el médico clínico de cabecera, para que controle si no existe alguna alteración en la morfología del conducto, si no está irritado o hay eczema y principalmente, que descarte que haya un tapón de cera. El cerumen es un aceite ceroso que el organismo produce naturalmente, en mayor o menor cantidad, dependiendo de la persona. El tapón obstruye el conducto auditivo y el líquido queda contenido en el interior. Cuando el agua no puede salir, esa humedad permanente en el oído puede causar una otitis.

La detección temprana hará que la afección sea revertida con un tratamiento adecuado. “Afortunadamente las cavidades de los sentidos, tanto naríz, oídos y boca, son fácilmente accesibles, por lo que con un simple examen se puede detectar si hay una infección. Si esto ocurre, se soluciona rápidamente con un antibiótico o un antiinflamatorio. Cuanto mayor tiempo transcurra, no sólo aumentará la inflamación, sino que se agudizará el dolor. Cuando existe una infección se aspira el tapón, ya que en un oído que supura, lo importante es limpiar y desinfectar la zona. También los especialistas usamos polvos y productos para disminuir la humedad del oído”, dijo Simon.

Otro cuadro vinculado es la otomicosis, que es una otitis externa pero en vez de ser ocasionada por bacterias, es desarrollada por hongos. “La misma humedad hace que cambie la flora o el medio natural del conducto, favoreciendo la introducción de hongos. El síntoma principal para detectarla, es que cuando hay una otitis externa bacteriana duele y cuando hay una otitis externa por hongos pica. En el primer caso, habitualmente se visualizan secreciones amarillentas o verdosas y en la otomicosis el hongo es blanco, con una textura similar a un papel mojado. La otitis externa por hongo, aparece muchas veces también por autorascado con cotonetes, que lastiman el oído. Y otro factor habitual es el uso de gotas, ya que la mayoría tiene corticoides que prolifera los hongos, entonces provocan una mayor inflamación en el oído húmedo. En este tipo de cuadros es más difícil la limpieza del conducto y probablemente el paciente tenga que concurrir varias veces al consultorio”, sostuvo el otorrinolaringólogo.

Usualmente quienes asisten a complejos termales o natatorios, se colocan al salir del agua unas gotas de alcohol boricado, sobre lo cual el médico indicó: “El alcohol se evapora y el ácido boricado desinfecta, de manera que cada uno se va a dar cuenta si le ayuda o no, dependiendo de que si el conducto está o no irritado. Si el conducto está sano se puede utilizar sin problemas y si está lesionado o el tímpano está perforado, será nocivo para la restauración. Hay quienes optan por usar tapones auditivos de siliconas para piletas, pero si la persona no presenta una predisposición a tener otitis, es mejor que no los use, porque no se ventila el oído. Por ejemplo, si alguien va 7 veces por semana a la pileta, que sólo use el tapón en 3 oportunidades”.

 

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