El Día Mundial del Asma se celebra cada año, el primer martes de mayo, con el propósito de crear conciencia sobre esta enfermedad y las posibilidades que brinda el avance de la medicina respiratoria y sus tratamientos oportunos para lograr una mejor calidad de vida a quienes la padecen.

El neumonólogo infantil, Diego Dagnino, integrante del Servicio de Medicina Respiratoria del Hospital San Roque de Paraná, expresó que “hay estudios que, con alguna variabilidad en las áreas geográficas, indican que entre el 12% y el 15% de los chicos que terminan la escuela primaria tienen síntomas de asma” y valoró la importancia del diagnóstico “porque tiene tratamientos diferentes”.

El profesional consideró que en la mayoría de los casos, se puede practicar deportes de elite sin tener limitaciones como antaño. Por eso, es importante favorecer el ejercicio en quienes manifiestan una crisis de obstrucción bronquial, aclaró. “Todos los chicos pueden hacer deporte teniendo diagnóstico de asma, solamente necesitan el tratamiento adecuado” explicó Dagnino, quien agregó que “los asmáticos severos, son quienes requieren más esfuerzo terapéutico y pueden tener alguna limitación en su vida cotidiana, pero son apenas el 7% de los que tienen esta enfermedad en todo el mundo”.

Cabe recordar que el Día Mundial del Asma se instituyó por la Iniciativa Global del Asma en China, entidad formada por destacados expertos y el propósito es potenciar las acciones de salud y difusión respecto a esta enfermedad crónica no transmisible.

Durante un ataque de asma, el revestimiento de los bronquios se inflama, lo que provoca un estrechamiento de las vías respiratorias y una disminución del flujo de aire que entra y sale de los pulmones. Los síntomas recurrentes causan con frecuencia insomnio, fatiga diurna, una disminución de la actividad y absentismo escolar y laboral. Cuando los síntomas empeoran, se producen las “crisis de asma”, que son de corta duración, aunque puede haber períodos con ataques asmáticos diarios que pueden persistir varias semanas. No se conoce exactamente la causa de la enfermedad, pero existe la posibilidad de un alto porcentaje de origen hereditario.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad hay 235.000.000 pacientes que sufren de asma. La tasa de mortalidad de esta patología es relativamente baja en comparación con otras enfermedades crónicas, pero se prevé que en los próximos 10 años, los decesos por esta enfermedad podrían aumentar casi un 20%, si no se toman medidas preventivas. Si bien no se cura, con un diagnóstico y tratamiento adecuado y la educación del paciente, se puede lograr un buen control de la misma.

Tratamiento: Existe un tratamiento para aquellos pacientes declarados asmáticos, donde se indica el uso regular de broncodilatadores, antihistamínicos y corticosteroides. Para prevenir ataques de asma, se debería evitar lo que puede originarlo, como los ácaros (pequeños parásitos que se encuentran en el polvo doméstico), humo ambiental del tabaco (es muy importante que los asmáticos no estén en lugares donde se fuma), animales domésticos (en especial las mascotas muy peludas; moho (es importante vivir en lugares de bajo nivel de humedad); polución del aire externo (las emisiones industriales y humo de los caños de escape de los automóviles son perjudiciales); ejercicio físico extenuante, condiciones climáticas adversas y algunos alimentos. También ciertos estados emocionales (como la ira o el miedo), son causas de episodios de asma.