Cómo evitar morir o quedar discapacitado por un ACV (Parte II)

En la primera parte de este informe preguntábamos: ¿Se puede prevenir un Accidente Cerebro Vascular? y decíamos que prácticamente es muy difícil. Pero como los factores de riesgo de sufrir este shock son similares a los de las enfermedades cardíacas, algunos efectos se podrían disminuir tomándose ciertos recaudos. Entre ellos, el que más se destaca es la inmediatez de la atención médica, puesto que si un paciente es asistido clínicamente dentro de las 6 horas posteriores al ataque, el daño podría revertirse en gran parte. En esta edición, El Observador publica la segunda parte de la entrevista realizada al Dr. Gustavo Cuadros, médico neurocirujano que atiende los casos que se registran en Crespo, Seguí, Viale y zona de influencia, quien nos dijo: “El grado de secuelas con que puede resultar una persona que sufre ACV, está directamente vinculado a la correcta detección del tipo de ataque padecido, la inmediata internación y suministro farmacológico adecuado, como así también la rehabilitación que el paciente realice una vez dado de alta. Es indispensable contar lo antes posible con el diagnóstico tomográfico, puesto que este estudio nos permite a los médicos diferenciar entre un accidente cerebrovascular isquémico (originado por un infarto) y uno hemorrágico (generado por un ‘derrame’ cerebral). Este último es el más grave y dañino, dado que provoca una hemiplejia severa. Si el ACV es isquémico, se darán medicamentos que favorezcan la circulación y recanalización de la sangre a través de las arterias. Incluso existe el TPA, que es una sustancia activadora que se le inyecta directamente a la arteria infartada y antes de las 3 horas se coloca un catéter, para disuadir esa obstrucción. Si bien se obtienen muy buenos resultados con este tratamiento endovascular por cateterismo, actualmente sólo se realiza en centros de salud de alta complejidad y con disponibilidad farmacológica, ya que el medicamento mencionado es muy costoso y las obras sociales no cubren su uso. Inversamente es el mecanismo que se emplea en un paciente con ACV hemorrágico, situación en la que queremos que no siga perdiendo más sangre. De allí surge la importancia que reviste la tomografía, cuyo resultado es el factor determinante para iniciar el tratamiento”, explicó el profesional.

Cabe señalar, que el tipo de shock permitirá disponer de mayor o menor tiempo para ser asistido, dado la celeridad que cada cuadro reviste en relación a las consecuencias físicas. En tal sentido, el especialista señaló: “Cuando las causas son isquémicas, los déficit motores son lentos y graduales. El adormecimiento de la cara, la lengua y otros miembros del cuerpo se presentan varias horas después del ataque. Lo contario ocurre en los casos de índole hemorrágica, donde las lesiones son abruptas y en cuestión de segundos el paciente puede entrar en coma”.

Las estadísticas indican que la edad del paciente está relacionada con su período de rehabilitación, toda vez que las discapacidades son mejor superadas en personas que atraviesan la tercera edad que en jóvenes. Sin embargo, Cuadros remarcó que la precocidad con que un afectado comience sus sesiones de recuperación, mejorarán el pronóstico funcional y agregó: “Las deficiencias se pueden clasificar en motoras, sensitivas, sensoriales, simbólicas, trastornos de deglución y miccionales. Cada una de ellas debe ser tratada por el especialista correspondiente, pero a su vez de manera integral. La contención socio-familiar es muy importante también, porque el paciente puede caer en una depresión, ya que el ACV constituye un episodio que modifica sustancialmente la vida de una persona. Hay quienes no pueden superar fácilmente este período y en esos casos es fundamental la ayuda profesional y el afecto del entorno”.

En las localidades donde no funcionan centros de rehabilitación integral, es recomendable coordinar la intervención de un fisioterapista, psicólogo y terapista ocupacional, todos ellos supervisados por el neurólogo de cabecera, que es quien irá evaluando el avance del enfermo.

 Datos sobre la rehabilitación

*La estadística realizada por el Programa de Rehabilitación del Hospital de Clínicas, indica que en Argentina, el 54% de los afectados sufrió parálisis de un lado del cuerpo, el 41% resultó con problemas de movilidad y dificultad para caminar, en tanto que el 5% restante revistió trastornos en el lenguaje.

*El ACV es la 2da. causa de discapacidad de origen neurológico después de los traumatismos encéfalo-craneanos. Dentro de los 6 meses posteriores al ataque, se produce la mayor recuperación neurológica. Mientras que entre los 6 y 12 meses, sólo el 10% de los pacientes que iniciaron su rehabilitación continúan el tratamiento.

*Sólo el 30% de las personas que padecen un ACV se someten a un programa de rehabilitación integral, de los cuales sólo el 24% logra volver a su trabajo y continuar normalmente con sus actividades diarias.

 

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