Cómo detectar y tratar el glaucoma antes de quedar completamente ciego

Dr. FumeroEl común de la gente ha escuchado a menudo la palabra “glaucoma” y teniendo una vaga idea de su significado, se lo asocia a una simple afección en los ojos. Pocos saben realmente las consecuencias irreversibles que acarrea y si bien el glaucoma afecta a cerca de 67 millones de personas en el mundo, expertos calculan que sólo la mitad sabe que la padece, ya que no hay síntomas en las primeras etapas de su desarrollo. Este viernes 5 de abril, el Ministerio de Salud de la Nación, llevó adelante en todo el país la Campaña de Prevención del Glaucoma, una grave y progresiva enfermedad ocular, que de no ser tratada de por vida, termina en ceguera. Se trata de un daño en el nervio óptico del ojo, afectando uno de los sentidos más delicados del ser humano: la visión. En dicha jornada, desde los distintos centros de salud se promoverá la difusión de cuáles son los exámenes oftalmológicos de detección temprana y de qué manera con un tratamiento apropiado, se puede preservar la vista. Es importante aclarar que la patología es incurable, sólo tratable y que el objetivo de la persona que recibe este diagnóstico es conservar el campo visual en las condiciones que presenta hasta ese momento, ya que la visión perdida es totalmente irrecuperable.

El Dr. Gabriel Fumero (Mat. 10252), del Servicio de Oftalmología del Sanatorio Adventista del Plata, explicó a El Observador que “el ojo produce constantemente un fluido, denominado humor acuoso, que contribuye a mantener la presión ocular a un nivel normal y provee de nutrientes a la córnea y al cristalino. El mismo circula dentro de la parte delantera del ojo (cámara anterior) y luego se drena a través de un tejido esponjoso, denominado malla trabecular. Normalmente, debe existir un equilibrio entre la cantidad de fluido que se produce y la cantidad que sale del ojo. Si no se logra este equilibrio, entonces aumenta la presión intraocular en el interior, lo cual daña el nervio óptico, cuyo proceso es conocido como glaucoma. Es entonces una alteración a nivel del nervio óptico, producida la mayoría de las veces por hipertensión ocular, que lleva a una pérdida del campo visual, incluso hasta la pérdida de la visión. Se presenta con mayor frecuencia en pacientes con diabetes, hipertensión arterial, así como en personas con antecedentes de glaucoma en su familia. También podría decirse que otras enfermedades oculares detectadas en antecesores familiares, como la miopía, también constituyen un factor de riesgo”. Teniendo presente que no es lo mismo la presión arterial que la ocular, en términos sencillos suelen compararse sus efectos para comprender el glaucoma. Así como la hipertensión (presión arterial elevada) puede provocar infartos y éstos la muerte, el glaucoma (presión ocular elevada) provoca un daño en el nervio óptico, que puede llegar hasta la ceguera. “La mayoría de las veces es asintomática, aunque algunos pacientes llegan al consultorio por presentar un ojo rojo, dolor ocular y disminución en la capacidad para ver. De allí radica la importancia de los controles oftalmológicos periódicos, siendo recomendable hacerlos al menos 2 veces al año si la persona tiene factores predisponentes hacia la enfermedad. Quienes no forman parte de los grupos de riesgo, también deben prevenir el glaucoma controlando la presión intraocular y realizándose un ‘fondo de ojo’ una vez al año. Sucede que el único tratamiento que puede realizarse una vez diagnosticada, es bajar la presión intraocular. Se logra con medicación en gotas o con cirugía, en los casos que así lo requieren, de modo que es esencial empezar cuanto antes a detener el daño del nervio óptico”, dijo el especialista.

vision_glaucomaEn cuanto a los estudios de detección, el Dr. Fumero indicó que primariamente se toma la presión ocular y se realiza un “fondo de ojo”. Dichos diagnósticos permiten obtener sospechas certeras de la existencia de la patología, que será confirmada con otros estudios adicionales, como una tomografía ocular, una tonometría, paquimetría, entre otros, que permiten ver las alteraciones producidas por el glaucoma en lo profundo de la estructura del ojo y también determinar la amplitud del área al focalizar la mirada y también en forma periférica. Aunque se sospecha que la mayor prevalencia del glaucoma está dada a partir de los 40 años, también se les ha detectado a muchos jóvenes. Independientemente a la edad del paciente, por tratarse de un problema que disminuye el campo de visión en forma irreversible, es totalmente comprensible que en un primer momento le cause pena, depresión y otras emociones negativas como el enojo, sin embargo todos los oculistas coinciden en que animar al enfermo es sumamente beneficioso para obtener buenos resultados en el tratamiento. En casos de glaucoma avanzado, se torna necesaria la interconsulta psicológica, para lograr una mejor adaptación del paciente a los cambios que deberá hacer en la rutina de su vida, dada la disminución de su capacidad visual o incluso la ceguera.

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