Cómo controlar las emociones durante el tratamiento del cáncer

Un diagnóstico de cáncer, generalmente afecta la salud emocional de los pacientes y sus familias. Los sentimientos comunes durante esta experiencia que cambia la vida, incluyen ansiedad, angustia y depresión.

La Lic. Mariana Godoy (MN 63.094), psicóloga de la “Asociación Civil Linfomas, Mielodisplasias y Mielofibrosis de Argentina (ACLA)” explicó que “al recibir un diagnóstico de cáncer, el paciente y su entorno sienten que la vida se pone en pausa; es decir, que ya no pueden o no podrán continuar con su vida como lo hacían hasta ahora, ya sea por postergación de proyectos o por la reestructuración de la misma. La sensación es que todo se pone en pausa mientras la persona está enferma y atraviesa el tratamiento. Pasa por fenómenos de despersonalización, le cuesta reconocerse dentro del nuevo contexto: tener que hacer tratamientos, los cambios físicos que éstos traen aparejados, las modificaciones en el estilo de vida… El cáncer es una experiencia que siempre pensamos que le pasará a otro, que nos roza por el costado, pero, ¿qué sucede cuando le pasa a uno? Muchos y diversos duelos y pérdidas tendrá que atravesar el paciente oncológico luego de recibido el diagnóstico: no sólo la pérdida de su salud, sino también la de la sensación de control, la posible pérdida de autonomía… Y los duelos que atraviesa por las modificaciones en torno a su estilo de vida, por proyectos que quedan postergados o cancelados, por la imagen de sí mismo. Estos aspectos muchas veces quedan en un segundo plano, ya que lo urgente es curar el cuerpo, pero es importante no dejar de revisar estas cuestiones para mejorar el afrontamiento y los recursos con los que cuenta el paciente y su familia para que, de esa forma, pueda atravesar la enfermedad de la mejor forma posible. Mantener la vida cotidiana lo más normal posible, seguir realizando tareas que a uno le brinden placer, poder sostenerse en vínculos cercanos, tener un espacio para hablar sobre lo que uno siente física y emocionalmente se vuelven menester para un afrontamiento positivo de la enfermedad. Por supuesto, es importante mantener los cuidados necesarios. De todas formas, también hay que ser conscientes que, aunque el paciente cuente con recursos positivos, puede no ser positivo todo el tiempo. Por eso, es necesario ser muy cuidadoso con exigirle siempre que lo esté: esto puede producir presión extra y otras emociones negativas”.

La profesional recordó que “la Asociación Civil Linfomas, Mielodisplasias y Mielofibrosis de Argentina es una entidad sin fines de lucro que trabaja dando a conocer información, creando espacios de encuentro y ofreciendo orientación a pacientes con linfoma, síndromes mielodisplásicos y mielofibrosis, de modo de ayudar al conocimiento de la enfermedad, brindando contención y contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de las personas que conviven con estas enfermedades. Desde 2017 brindamos talleres de apoyo emocional y otro tipo de actividades orientadas a contener a los pacientes y acompañarlos en el proceso de su enfermedad”.

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