¿Cómo afecta a las ciudades la superpoblación de palomas? Vecinos cuentan su experiencia

Las palomas se han convertido en “aves urbanas”, que se han adaptado a las ciudades, donde al no tener depredadores, su población sigue creciendo a niveles preocupantes aseguran especialistas, quienes advierten que “es un grave problema ambiental; estar en contacto, por ejemplo con el abundante excremento de las mismas, representa un alto peligro y riesgo para la salud, ya que se inhalan hongos responsables de enfermedades como la criptococosis (infección pulmonar) y la neurocriptococosis (infección del sistema nervioso central)”.

Pero además de otros problemas, pueden contaminar el agua y los alimentos y al mezclarse dichos excrementos con la lluvia, el aire y otros componentes ambientales, se favorece el crecimiento de microflora que produce ácidos y otros metabólicos que deterioran edificios e instalaciones donde se depositan.

En reiteradas ocasiones hemos escuchado a vecinos de la zona céntrica de Crespo, marcando su preocupación por este problema, que también se tiene en otras ciudades, como en Paraná. Precisamente esta semana, vecinos de calle Misiones, Pascual Palma, Illia, Andrés Pazos, entre otras de la capital entrerriana, dialogaron con Canal 6 ERTV y contaron cómo los afecta.

Experiencia a nivel nacional

Cabe acotar que un grupo de investigadores del INTA y de la Universidad Nacional de Córdoba, desarrollaron un novedoso método para reducir, de modo ético, la sobrepoblación. Se trata de un biopolímero natural y comestible que sirve para recubrir granos de maíz enteros. Es inocuo para otras especies animales y para el ambiente y reduce la oviposición, aseguran los investigadores.

Se emplean componentes orgánicos y naturales como almidón de mandioca, junto a proteínas y un agente plastificante. Una vez gelatinizada por calentamiento, se aplica como un líquido viscoso en la superficie de las semillas y las recubre formando una película delgada.

El tratamiento consiste en suministrar, en puntos claves de la ciudad, granos de maíz enteros recubiertos con dicha sustancia, que funciona como vehículo de la nicarbacina, lo que permite la disminución paulatina de la natalidad. “Esta estrategia es una respuesta a la demanda de la ciudadanía, tanto del control de la sobrepoblación como del respeto hacia la naturaleza y la biodiversidad”, destacan en el estudio.

Experiencias similares implementadas en otras ciudades del mundo muestran que la reducción de la población de palomas urbanas puede rondar entre el 20% y 30% en el primer año de tratamiento, dependiendo las zonas y características de la urbe y alcanzar hasta el 80%, luego de 4 ó 5 años. “Es un mecanismo reversible, es decir, cuando la población llega a números tolerables, puede suspenderse el tratamiento y retomarlo cuando la población de palomas se aleje nuevamente de esos niveles” se aclaró.

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