Comenzó el juicio por la muerte de Gisela López, asesinada en Santa Elena en 2016

La primera jornada del juicio, que se concretó este viernes 28 de abril, para dilucidar el crimen de Gisela López, ocurrido el 22 de abril de 2016, pasadas las 22.30, en Santa Elena, tuvo como principal testigo de cargo a una chica de 18 años que señaló a uno de los cuatro acusados.

La testigo, de quien a simple vista se advierte que tiene problemas de visión, dijo que lo reconoció por la forma de caminar y también declararon la mamá y hermanos de la víctima, consignó Radio La Voz.

Mario Andrés Saucedo, alias Negro, de 54 años, ladrillero, fue señalado como el hombre que caminaba detrás de Gisela López el 22 de abril de 2016, alrededor de las 22.30, cuando la chica salió de la escuela y se dirigía a su casa, pero nunca llegó.

Quien señaló a Saucedo, que está sentado en el banquillo de los acusados junto a Elvio Andrés Saucedo, de 29 años, ladrillero; Matías Alejandro Vega, alias Matute, de 19 años, desocupado, y Rocío Marlene Altamirano, de 19 años, desocupada, fue Miriam Alejandra Heredia, de 18 años, vecina de López, a quien conocía desde la infancia.

La testigo, de quien a simple vista se advierte que tiene problemas de visión, sostuvo que reconoció a Saucedo por la forma de caminar, a pesar de que sólo giró unos segundos la cabeza para mirar en una zona que estaba mal iluminada.

Roberto Alsina, defensor de los cuatro imputados, advirtió varias contradicciones en el testimonio de la chica, respecto al que brindó en la Investigación Penal Preparatoria (IPP) con juramento de decir verdad y el que dio ayer en la audiencia.

A aquella situación en la que refirió que “pensó” que se trataría de Saucedo por la forma de caminar, se añadió que declaró que no habló de aquel tema con nadie, pero Alsina le recordó exhibiéndole la filmación de su declaración en la que al fiscal Santiago Alfieri le dijo que lo había hablado con la familia de López, “sacando conclusiones de quién podía ser”, el sábado siguiente a la desaparición de la chica, cuando comenzaba a ser intensamente buscada.

En una jornada extensa, también declararon Gabriela Rosana Monzón, Gabriel Emanuel López y Adriana Noemí López, mamá y hermanos de la víctima.

Los tres recordaron la última vez que vieron con vida a Gisela. La madre, el viernes a las 14, en la casa familiar; el hermano y la hermana el mismo día: el chico a las 22.30, cuando la vio en la calle caminando hacia su casa y le preguntó si quería que la llevara en moto, a lo que Gisela respondió que no meneando la cabeza, y la chica, en el recreo de las 20 en la escuela.

Ángel Ricle, quien era jefe de la División Homicidios en aquel momento, dio precisiones de las distintas hipótesis que se investigaron.

Aunque resumió que la investigación se orientó hacia los Saucedo por el testimonio de vecinos, que temerosos de aportar información, decían genéricamente “porqué no investigan en el fondo, en el campo, allá atrás”, en referencia a la zona en la que viven los Saucedo y Vega, en Colonia Oficial 12, detrás del Barrio 120 Viviendas.

Consultado, en base a su dilatada experiencia en la fuerza, sobre por qué no se encontró antes el cuerpo, si, como sostuvo el policía Gabriel Marcelo Doro, que el cuerpo estuvo en ese lugar los 18 días que estuvo desaparecido, Ricle, tras aclarar que su División no participó de los rastrillajes, respondió: “En otros rastrillajes hemos pasado dos o tres veces por el lugar y no se encontró nada, en una tercera o cuarta pasada, sí”.

Respecto a la decisión de imputar a los tres hombres y a la joven, Ricle precisó que fue decisión de Alfieri, que lo hizo con los elementos que le pudieron aportar en las entrevistas con los testigos de la zona.

 

Hallazgo. También declaró el adolescente de 14 años que encontró el cuerpo de López. El chico, muy tímido, sostuvo que pasó durante tres días por el lugar, dirigiéndose a caballo a un campo en el que su padre tiene ganado vacuno.

Pasó el domingo, cuando vio el bulto, el lunes lo volvió a ver, y el martes, que decidió a bajar del caballo y remover la vegetación seca que estaba sobre el bulto, y descubrió el cadáver.

Doro precisó que el cuerpo de Gisela estaba en posición fetal, con la cabeza apoyada en un poste de alambrado, con la camisa puesta y sólo una bota, y la bombacha y una botamanga de una calza negra, puestas en la pierna izquierda. Al efectivo le llamó la atención que la otra bota estaba alejada del cuerpo de la chica, lo que consideró como “fuera de escena”, habida cuenta que el cuerpo estuvo todo el tiempo en el lugar.

Incluso señaló que al calzado no se le pudo sacar tierra de la suela para peritarla, por lo limpio que se encontraba.

Pedido del fiscal. En los alegatos de apertura, Fiscalía adelantó que pedirá “una pena importante, efectiva” y la defensa la absolución. El fiscal sostuvo que va a demostrar que la chica “fue captada por su condición de mujer, para ser sometida a un trato sexual”, incluso señaló que se la redujo a la condición de “juguete, de objeto”.

La defensa adelantó que de la misma prueba que se recolectó en contra de sus defendidos, saldrá la prueba de que no tienen nada que ver con el femicidio de la chica de 19 años. El debate continuará el martes.

 

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