Comedor Karú Pirá: Un proyecto gastronómico que integró social y comercialmente a las familias de los pescadores

Los comedores Karú Pirá, tienen un amplio sentido social, que es insertar a trabajadores informales en administradores de sus propios destinos, integrando a sus familias y capacitándolos para que sean ellos mismos quienes encabecen el emprendimiento y puedan desarrollar un espacio comercial que sea sustentable en el tiempo.

Julián Carpio es uno de los referentes que colabora permanentemente, tanto con el Comedor de Pescado de Hernandarias, como el que se encuentra funcionando en Pueblo Brugo y está presente en cada una de las capacitaciones que se llevan a cabo en ambas localidades, brindando a los integrantes de las cooperativas diferentes enseñanzas sobre dicho proyecto gastronómico.

En comunicación con El Observador, Carpio señaló que “la propuesta es llevada adelante desde el Ministerio de Producción de la provincia, con el apoyo del de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, donde está contemplado la puesta en marcha de 5 comedores, dos de ellos ya están funcionando, otro se construye en Paraná y los restantes se instalarían en Diamante y también se habló de Santa Elena”.

Cabe señalar que semanas atrás la Cooperativa de Pescadores Hernandarias Ltda., integrada por 29 personas y presidida por Daniel Gamboa, recibió la matrícula definitiva que los habilita a continuar con la explotación del comedor y al respecto el entrevistado comentó que “es un logro importante, lo estábamos esperando ansiosamente ya que es el DNI de la cooperativa. Lo celebramos con mucha alegría, ya que dicha certificación nos abre la posibilidad de poder comercializar los productos y mantener nuevas relaciones con otras cooperativas”.

Con respecto a las tareas que vienen desarrollando Carpio destacó que “desde que se inauguró el emprendimiento el 2 de septiembre de 2014 en esta localidad, el trabajo ha sido intenso y lo sigue siendo, como pasa en Pueblo Brugo, ya que es importante la afluencia de visitantes que se acercan a degustar los diferentes platos que se elabora en cada uno de los lugares. Estamos en vísperas de Semana Santa y como viene sucediendo en este tiempo, turistas de diferentes localidades entrerrianas e inclusive de Santa Fe y Buenos Aires, elegirán nuevamente estos espacios gastronómicos. Por ello es que desde nuestro lugar los estamos apoyando y acompañando en la parte de gestión, comercialización y organización de la cooperativa, porque recordemos que a la misma la integran las familias de los pescadores, que se hacen cargo de conseguir el producto en el río, las mujeres se ocupan del tratamiento de la materia prima, también de la elaboración de los alimentos y los hijos realizan la tarea de mozos. De esta manera sus ingresos se han visto incrementados, ya que ellos mismos comercializan el pescado y no tienen que depender de un intermediario, que en su momento era el que mayores beneficios obtenía. En este sentido hoy las familias se han recuperado y están en mejores condiciones gracias a este emprendimiento”. Sobre las capacitaciones el coordinador manifestó que “aparte de trabajar en el restaurante y la planta procesadora de pescados, los integrantes de la cooperativa participan de jornadas de formación sobre diferentes temáticas, entre ellas las relacionadas con la manipulación de alimentos, por ejemplo, la que estuvo a cargo de referentes del organismo de Bromatología de la Provincia, donde se entregaron los respectivos carnet y certificaciones de participación. También realizaron cursos de servicios de mesa, en tecnología y siempre estamos tratando de que las capacitaciones los beneficien no solo económicamente, sino que se enriquezcan culturalmente, ya que es una satisfacción para ellos recibir un certificado, porque los alienta a seguir en este proyecto, lo que es muy positivo desde cualquier punto de vista”. Haciendo referencia a las futuras proyecciones, Carpio mencionó que se pretende la ampliación de la venta del producto de río en otros sectores comerciales e instituciones y se encuentra en marcha la propuesta para construir un “ahumadero” en el comedor de esta ciudad, lo que permitirá brindar a los comensales un nuevo plato de pescado que será curado mediante el proceso tradicional de ahumado.