Colonia Avigdor: El pueblo que no quería morir

Esta localidad del departamento La Paz, es la última colonia de inmigrantes judíos creada por la Jewish Colonization Association, organización filantrópica liderada por el Barón Hirsch. Conformada en sus inicios por inmigrantes judíos alemanes que escapaban de los horrores del nazismo, la Colonia creció y se desarrolló en sus primeros años con el esfuerzo de esas familias que vieron en nuestro país un refugio y un lugar donde poder desarrollar sus vidas en libertad.

Con el correr de los años Colonia Avigdor fue quedando, como tantos otros pueblos, vacía de gente y de proyectos.

Tal como señala Carlos M. Reymundo Roberts en un reciente artículo del Diario La Nación de Buenos Aires: “En la Argentina, según el último censo hay más de 800 pueblos rurales en situación de desaparición, víctimas del cierre de ramales ferroviarios, de la tecnificación del agro, de cambios en la matriz productiva o de la desaparición de industrias, entre otros factores, van perdiendo población hasta extinguirse. Un día se les extiende el certificado de defunción: dejan de figurar en los mapas. El éxodo del campo a las ciudades es uno de los procesos sociales y económicos más dolorosos y perjudiciales, con trastornos en las dos puntas del camino: despoblación de las zonas rurales y pésimo estándar de vida en las barriadas que rodean los grandes centros urbanos”.

La Fundación Judaica puede decir con orgullo que ha podido frenar este fenómeno a través del protagonismo activo de sus habitantes. Es así que, desde el acompañamiento comunitario y el desarrollo junto a la comunidad local de proyectos productivos, turísticos y sociales, se generó una refundación de Avigdor.

Ejemplos de lo señalado son el tambo, la cría de animales y la fábrica de quesos, como emprendimientos productivos, que cuentan con el apoyo y el acompañamiento constante del INTA. El campo de deportes como herramienta de inclusión social, permitió el acercamiento de la población infantil y juvenil de la localidad y zonas aledañas, a ámbitos de desarrollo personal a través del deporte.

La Fundación Judaica colabora y apoya constantemente a las escuelas rurales de la zona, en lo material y lo pedagógico, realiza periódicamente jornadas médicas y odontológicas, dando respuesta a las necesidades de atención primaria. A través del trabajo conjunto con la Organización Techo Argentina se ha podido mejorar la calidad de vida de muchas familias que vivían en situación de pobreza y emergencia habitacional a través de la construcción de viviendas para la población.

“El desarrollo y el futuro de Colonia Avigdor son, en definitiva, una muestra de qué queremos como argentinos comprometidos con nuestro país y con el futuro de nuestros hijos”, resaltaron desde la Fundación.

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