Colombófilos de Crespo compiten a nivel nacional

La colombofilia consiste en la cría y adiestramiento de palomas para convertirlas en mensajeras, capaces de volver a su palomar desde puntos distantes. En el siglo XIX, esta actividad derivó en la creación de un deporte que ya no tiene como finalidad llevar mensajes y sí recorrer un trayecto a la mayor velocidad posible, medido mediante relojes especiales. En la zona de Crespo, uno de los cultores de esta actividad es Hugo Wiesner, quien en diálogo con Canal 6 ERTV explicó cómo incursionó en esta disciplina, participando en la actualidad en distintas competiciones a nivel nacional. Comentó que “es un deporte que no tiene demasiada difusión, pero que es apasionante y que en Crespo lo practicamos 3 personas. Estamos participando de un torneo que tiene 22 fechas, siendo la próxima el 30 de agosto, en Santa Rosa (La Pampa), hacia donde estaremos viajando”.

Wiesner contó sobre la modalidad de esta disciplina. “Las palomas se encanastan y quedan registradas digitalmente en carteras electrónicas. Se llevan al punto de largada, son liberadas todas juntas y cada una retorna a su palomar, sacándose un promedio de velocidad para determinar las ganadoras. La de La Pampa es una competencia importante, todos los años se sueltan alrededor de 15.000 palomas, todas a la vez, ya que las jaulas son automáticas, parecido a las gateras en las largadas de las carreras de caballos. Cuando llega al palomar, mediante un registro digital, se establece el día, hora, minuto y segundo y así, se conoce el resultado. Las palomas viajan a un predio de entre 60 y 80 kilómetros por hora, pero de acuerdo a los vientos se puede llegar a 120 o 40 cuando es en contra”.

Explicó que “en mi caso, tengo 100 palomas, algunas reproductoras, pero el 70% están aptas para competir. Tampoco la cantidad hace a la calidad… Es una actividad que demanda entre una y dos horas diarias y en cuanto al alimento, es en base a grano de cereales y leguminosas. En esto no hay secretos, es buena comida y mucha dedicación” remarcó.De cómo una paloma que es largada en La Pampa, a cientos de kilómetros, puede llegar a Crespo, especialistas aseguran que la magnetita contenida en el pico de las mismas, convierte a éste en una especie de brújula que percibe el campo magnético terrestre, lo que le permite al ave llegar a su lugar de origen, pese a la gran distancia que debe recorrer.