Ciclista contó sobre sus 9 operaciones y aseguró: “Voy a seguir haciendo deportes”

Desde hace varios años, El Observador viene publicando historias de vida de familias que fueron y son ejemplo de lucha, esfuerzo y fortaleza y de personas que tuvieron obstáculos en el camino y que con deseos de superación, pudieron sobrellevar esas dificultades propias que la vida les deparó. Esta semana dialogamos con Jorge Soto, reconocido deportista local (ciclista), ex docente y ex industrial, quien se recupera favorablemente de una nueva cirugía, la novena que tuvo en su vida, en este caso en la columna vertebral.

Jorge, quien goza de una gran estima entre los ciclistas y aficionados deportivos locales y de la provincia, está casado con Alicia Villarroel (también deportista), con quien tuvo 4 hijos: Matías (15), Maximiliano (18), Pablo (25) y Esteban (28). En ellos, no duda en afirmar, “está el respaldo y la fuerza que necesito para seguir adelante. Mi esposa es de ‘fierro’ y de mis hijos, tengo el apoyo incondicional” comentó este deportista que en otros tiempos, supo ocupar los podios triunfales en varias carreras disputadas en Entre Ríos y provincias vecinas.

Soto comentó que “comencé mi actividad deportiva a los 14 años, me gustó siempre el ciclismo, en el que pude competir hasta hace un par de años. Cuando me operaron por primera vez de la cadera, empecé la recuperación, volví a entrenar y a estar nuevamente en las pistas. Tuve una segunda operación (también de cadera), me recuperé y volví a entrenar hasta hace algunos unos días, antes de la cirugía de columna a la que me sometí la semana pasada. Entre todas, es la novena vez que pasé por quirófano en mi vida. Esta última, el proceso recuperado es más dolorido que las anteriores. Por ahora la voy sobrellevando con calmantes, los médicos me dijeron que debo tener paciencia, mucha paciencia… Lo que me hicieron fue una laminetocmía, que consiste en descomprimir los nervios que salen por el costado de las vértebras. El disco intervertebral ya no existía más, estaba pegando hueso con hueso y estaba comprometida la médula ósea… La recomendación es no quedarse quieto, normalmente una persona cuando está dolorida, tiende a no moverse, por eso que hasta último momento salí a entrenar en bicicleta y lo que podía hacer, lo realizaba. El año pasado, le dije a mi señora que en el taller tenía algo pendiente, que era hacer una casa rodante y a pesar de las dificultades de salud, la hice y nos alcanzamos a ir de vacaciones a San Luis. Y como hubo cosas que no me gustaron, cuando volví, desarmé parte de la casilla, para hacerles nuevas refacciones. La idea era ir en mayo a Córdoba, pero por esta cirugía, va a quedar para otra ocasión”.

Jorge recordó que “desde muy joven comencé con trabajos de albañilería y herrería (tuvo una industria metalúrgica familiar). Toda mi vida hice estas actividades, que las tuve que dejar por cuestiones de salud. A mi casa la construí yo, con ayuda de mi familia. Cuando uno es joven, no presta atención a cómo hace la fuerza y demás y después, con los años, llegan las consecuencias. En mi caso, hace 15 años que empecé con problemas de artrosis deformante, que es la que me hizo mermar la actividad, ya que es muy dolorida y te va diezmando… Yo tengo toda la columna tomada con artrosis… Hubo muchas noches que no dormí, el dolor en la cadera empezaba cuando me acostaba o sentaba a descansar; me paraba y se pasaba el dolor de la cadera, pero venían las molestias en la columna, no sé prácticamente lo que es un día sin dolor, al menos en estos últimos años. Los corticoides son malos, pero llega un momento que es tan desesperante el dolor, que no tengo otra opción. Algunos son por un rato y otros las 24 horas, durante semanas, meses, años y llega el momento en que uno quiere pararlo con cualquier cosa”. Acotó que “de nacimiento, tengo un problema de corazón, que se llama prolapso, que hace que uno tenga arritmias y demás, pero haber hecho deporte toda la vida, me ayudó muchísimo para que ese problema no se agravara”.  

– ¿Cómo será el post operatorio?

– Mucho no me han explicado, pero con la experiencia que tengo con enfermedades como éstas, me va a llevar un tiempo la recuperación, pero mi idea es seguir haciendo deportes, lógicamente con los cuidados del caso. No pienso darme por vencido… Lo que estoy pasando, también tiene sus cosas positivas, porque uno aprende a valorar la familia, los amigos y que la vida no pasa todo por acumular riquezas. En mi caso, fue muy importante el encuentro con Dios, que me ha ayudado. Mucho tiempo estuve alejado de la Iglesia y me he dado cuenta que sin él, no se puede seguir adelante…