Chernobyl: Crece el turismo radioactivo

Cada son más los que quieren visitar la ciudad de Chernobyl, a pesar de los riesgos que implica para la salud.

A 33 años de la mayor catástrofe nuclear que causó miles de muertos y contaminó grandes extensiones de Ucrania, Bielorrusia y Rusia, el furor por la nueva miniserie que detalla los horrores de la tragedia convirtió a la zona de exclusión en una de las atracciones turísticas más demandadas de cara al próximo verano europeo.

Así como sucedió con la ciudad de Dubrovnik (Croacia), donde se filmó la serie “Juego de Tronos”, cuyo éxito mundial provocó un aumento considerable de visitantes; la coproducción estadounidense e inglesa despertó el interés en Chernobyl y los operadores turísticos que realizan excursiones a la región informaron que las reservas aumentaron entre un 30% y 40%.

Hasta diciembre del 2010, la llamada zona de exclusión era sólo accesible para personal autorizado: científicos, médicos y, ocasionalmente, algún periodista. Años más tarde, el gobierno ucraniano decidió habilitar la entrada de turistas bajo la única condición de que lo hagan con un servicio contratado en las agencias locales. Una estrategia que fomentó la industria turística y que, gracias éxito de la miniserie, transformó a Chernobyl en un imán para los curiosos que desean visitar la zona cero.

Previa firma de un documento en el que se exime de responsabilidad a la administración del complejo por cualquier perjuicio a la salud, los visitantes pueden acceder a los distintos tours guiados que recorren la planta nuclear y sus alrededores; Pripyat, mejor conocida como la ciudad fantasma, y el bosque rojo donde los animales deambulan libremente, aunque está terminantemente prohibido acariciarlos ya que son considerados radiactivos.

Un paseo por el horror

Todas las excursiones parten desde Kiev, ubicada a 120 kilómetros de Chernóbyl. Los turistas tienen una primera parada en el Monumento a los Bomberos Caídos, un triste recuerdo a los hombres que se encargaron de apagar el fuego inicial y aquellos conocidos como liquidadores, que trabajaron para contener la radioactividad los primeros días de la catástrofe nuclear. Estos héroes fueron las primeras víctimas fatales, todos fallecieron a causa de la radiactividad que habían asimilado.

En la miniserie de 5 capítulos, recientemente catalogada como la mejor de la historia por el sitio web especializado IMDB, las acciones de estos hombres llevan el hilo que relata el horror en primera persona. Desde los empleados de la planta, los bomberos que asistieron esa noche, los mineros que cavaron debajo del reactor a una temperatura que superaba los 50 grados, hasta los convocados para realizar las tareas de limpieza juntando escombos radiactivos (una tarea que debía realizarse en no más de 3 minutos para evitar recibir una dosis mortal de radiación).

Al continuar el recorrido, los visitantes pueden acercarse al reactor número cuatro, que desde hace dos años está cubierto por una gran cúpula de metal de 105 metros de altura que envuelve el núcleo explotado. Allí, donde la radiación alcanzada fue equivalente a 500 Hiroshimas, hoy se puede ver a grupos de turistas tomándose “selfies”, aunque sólo pueden hacerlo durante 10 minutos. A 200 metros del reactor, ese el máximo tiempo que se puede estar expuesto a los efectos nocivos. Según informan las agencias turísticas y las autoridades de la zona de exclusión, ese plazo equivale en radiación, a “un viaje en avión de París a Nueva York”.

La seguridad es prioridad para las empresas y autoridades que trabajan en Chernobyl. Todas las personas que visitan la región deben pasar por un detector de radiación al salir y son analizados por los detectores “geiser” al menos dos veces durante el recorrido. Desde el sitio web de “Chernobyl Tour” aseguran que recibir una dosis de radiación peligrosa es “altamente improbable”, y que en estos años, sólo se registró un caso en el que se encontró residuos tóxicos en el calzado de un turista.

Actualmente, la localidad de Pripyat es la que capta la mayor atención de los visitantes que, cámara en mano, retratan las pertenencias abandonadas por los pobladores cuando tuvieron que evacuar la ciudad al día siguiente de la explosión, así como los símbolos comunistas que aún permanecen intactos y las máscaras tiradas que supieron ser testigos del horror.

El sitio ubicado a solo 4 km de la planta nuclear y que alojaba a todo el personal de la planta y sus familias (más de 50.000 personas), será inhabitable para el ser humano en, al menos 20.000 años. La agencia SoloEast, una de las más importantes de la región, informó un aumento del 30% en el número de turistas que visitaron Chernobyl en mayo (la miniserie del canal HBO se estrenó el día 6) , en comparación con el mismo mes del año pasado. Mientras que las reservas para la temporada alta de junio, julio y agosto crecieron aproximadamente un 40%.

Desde “Chernobyl Tour”, esperan un aumento similar de 30- 40% debido al impacto mediático que tuvo la producción televisiva.

La empresa turística ofrece un recorrido especial por los lugares que aparecen en los 5 capítulos, incluída la sala de máquinas del reactor 4 donde se produjo la explosión y el búnker donde las autoridades locales dieron la orden de no evacuar después del accidente. Dos escenas cargadas de tensión que fueron recreadas de manera magistral en el primer capítulo de la miniserie.

El sitio “Chernobylwel” brinda un paquete de dos días por 297 euros que cubre: “equipo súper seguro”, conocer a las abuelitas de Chernobyl (parte de los 400 ancianos que se les permitió volver a sus hogares dentro de la zona de exclusión), siete controles dosimétricos, 40 paradas soviéticas y 200 edificios abandonados.

Para visitar el interior de la planta habrá que desembolsar la módica suma de 399 euros, unos $20.400. Al momento, las agencias turísticas mantienen los precios.

La visita más básica de un día a Chernobyl desde Kiev cuesta entre 100 y 150 euros. Pero los operadores advierten que si el furor por la miniserie continúa y la demanda crece, es muy probable que las tarifas aumenten (Fuente: Crónica).

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.