Chefs nacionales cuentan interesantes aspectos de su profesión

El chef Marcelo Baroni (49 años, 32 como pastelero), acompañado por su hijo Maximiliano Baroni y su colega de Crespo, Lautaro Marche (20 años en la actividad), estuvieron en el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV, donde contaron sobre las últimas tendencias que hay en pastelería y de un seminario realizado el pasado fin de semana en Crespo, que tuvo más de 100 asistentes. Lo siguiente, son solo algunas de sus opiniones.

Al hablar de su trayectoria, Baroni destacó que “la pastelería siempre estuvo ligada a mi familia, en su momento estaba estudiando una carrera relacionada con la Computación y a lo de la pastelería lo hice como una forma de comenzar a pagar mis estudios. Pero me fue atrapando con el tiempo, hasta que me dediqué de lleno a esto que es una pasión. Siempre me gustó lo artístico, he pintado cuadros, hecho esculturas y encontré en la pastelería, la forma de expresar el arte y la pasión, poniendo los 5 sentidos en la elaboración de un plato. Hago desde una factura a un pan, de un chocolate a un caramelo. Nuestro fuerte son las masas finas, es emplear todo lo que uno sabe en una bandeja, pero hacemos postres, de los clásicos y la línea de facturas de hojaldre, medialunas y demás. Me paso horas armando estructuras, que a lo mejor comercialmente no es lo más rentable, pero es lo que me gusta. Me está acompañando mi hijo Maximiliano, quien como a todo adolescente, le cuesta arrancar, pero le pone mucha garra y está haciendo la ‘vieja escuela’ en la pastelería. Esta es una actividad en la que uno va a aprendiendo diariamente. En el seminario que hicimos en Crespo, se habló y explicó sobre los productos para Pascua, para lo cual hay mucha variedad para emplear”.

Sobre las nuevas tendencias, Marche resaltó que “en el sector de la confitería, se está trabajando en bajar el nivel de azúcar en los productos, lo mismo en los tipos de chocolate, usando los que tienen menos manteca de cacao, menos azúcar. Cuando hablamos de comida sana, tiene que ser nutritiva, pero también depende de los métodos de cocción. Si cocinamos una espinaca por ejemplo, se pierde mucha vitamina, lo mismo la acelga o el tomate, que cocinándolo, pierde la vitamina C”.

El chef crespense resaltó que “en nuestra ciudad hay mucha gente que hace elaboraciones para Pascuas; en realidad, habría que hacer un estudio de mercado, pero unas 1.000 personas deben hacer comidas para vender en la ciudad como salida laboral, lo que es para resaltar. Por la vorágine que tenemos en el ‘día a día, al no tener tiempo para preparar los alimentos, se compra la comida elaborada”.

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