Cerdos: Vaticinan que para 2025, el consumo anual será de 25 kilos por persona

En una clara y constante expansión, el sector porcino avizora una gran oportunidad: abastecer a un mercado interno que aumenta a un ritmo del 7% anual, con un consumo que pasó del promedio histórico de 5 ó 6 kilos por habitante por año, a 18. De acuerdo con las estimaciones de los especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, esta cifra podría alcanzar los 25 kilos para 2025.

Raúl Franco, profesional de dicha entidad, explicó que “la demanda interna debe ser la base de la producción a largo plazo” y recordó que antes, “se consumía sólo un kilo en fresco y el resto en chacinados, mientras que hoy la carne en fresco ocupa entre el 75% y 80% del consumo total”.

“En Argentina, la carne de cerdo empezó a reemplazar a la de origen bovino y se posiciona fuerte como la tercera de mayor consumo interno”, subrayó el especialista del INTA. En cuanto a las proyecciones del sector, se mostró muy optimista. “Por cada kilogramo que se agrega de consumo promedio, se deben instalar 20.000 madres más a las 400.000 que tiene el país actualmente, lo que se traduce en una inversión en el sector primario en un requerimiento de 150.000 madres más para abastecer esta futura demanda de consumo interno”.

Para hacer frente a este gran desafío, Franco destacó la importancia de contar con productores primarios eficientes y con escala, para lo cual recomendó considerar la opción de fortalecerse de la mano del asociativismo y la especialización.

“El sector porcino es una actividad dependiente del precio mundial de los granos y esto implica tener los costos en dólares, mientras que el producto final se comercializa en pesos en el mercado interno”, explicó. “Hoy tenemos un 95% de los productores que tienen 100 madres o menos”, al tiempo que reconoció que la producción está bastante atomizada, en muchas manos, con poca eficiencia y poca escala.

Para resolver esta problemática, desde el INTA se impulsa el mensaje que los productores se asocien e integren a fin de encontrar lo que por sí solos no pueden, ya que el crecimiento individual conlleva inversiones que, en general, no están al alcance de los pequeños y medianos productores. “Éste es una de los principales desafíos que tiene que enfrentar el sector, si queremos mantener una cadena productiva inclusiva”, indicó Franco.

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