Cerdos: Carduza sugiere acceder a más tecnología para estar entre los principales productores mundiales

El investigador del Instituto de Tecnología de Alimentos del INTA, Fernando Carduza, estimó que si bien el consumo de carne porcina en Argentina aumentó casi un 30% en los últimos tiempos, “este incremento en la demanda aún no se estabilizó, por lo que se presenta el gran desafío del sector para afianzar su crecimiento en el mercado interno”. En esta línea, el técnico explicó que “las demandas actuales de los consumidores de productos cárnicos se centran fundamentalmente en la inocuidad, la seguridad, aspectos nutricionales y sensoriales y por supuesto, el precio y además, en los últimos años, se observó una tendencia en los consumidores a verse más involucrados en aspectos tales como el bien estar animal y la sustentabilidad de los sistemas de producción que comenzaron a tener cierta relevancia en nuestro país”.

En cuanto a la calidad en cerdos, el investigador precisó que “el color es clave para decidir la compra, debido a que la apariencia es casi el único atributo que el consumidor puede utilizar para juzgar la calidad del corte. También es importante la cantidad de grasa, tanto infiltrada –o intramuscular– como subcutánea –o de cobertura–, elementos ligados al sabor y jugosidad. La terneza constituye el factor decisivo a la hora de evaluar la aceptación debido a que intervienen factores como el contenido y densidad de la fibra en el músculo, cantidad, tipo y disposición del tejido conectivo, condiciones de faena, stress animal y hasta la forma de conservación y preparación del producto antes de ser consumido”.

Carduza agregó: “Durante las últimas décadas se lograron importantes adelantos en el área de la genética porcina para maximizar los rindes en tejido magro e inclusive se llegó a un máximo que no puede superarse en cuanto a rendimiento. Estos avances son la llave para enfrentar un escenario que prevé un aumento en la población mundial –se estima que habrá 9.000 millones de habitantes en el 2050– y la presencia de economías emergentes, principalmente de Asia, América Latina y África que aumentarán sus actuales demandas de alimentos per cápita”.

Expresó que el gran desafío para el sector porcino para los próximos años, será afianzar logros, ganar nichos de mercado y estar a la altura de las exigencias que se plantearán en el país. “Si deseamos ser protagonistas y contarnos entre los principales productores mundiales de carne porcina debemos apuntar a una mano de obra calificada, calidad, seguridad alimentaria, precios competitivos de producción y por sobre todo, acceso a la tecnología”.

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