Celíacos de Crespo: “La canasta de alimentos libres de gluten cuesta entre 4 y 5 veces más”

Vanesa Repp, Alejandra Wagner, Vanina Lichtenwald y Cristina Goettig, personas celíacas o con familiares con esta patología de Crespo, en diálogo con El Observador y el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV, explicaron sus historias de vida familiar y sobre esta enfermedad, que se caracteriza por una inflamación de la mucosa del intestino delgado, como consecuencia de una intolerancia inmunológica y permanente al gluten, ingerido de la cebada, trigo, centeno y avena. 

Repp comentó: “Tengo 2 hijas con celiaquía. Hace más de 8 años, se lo diagnosticaron a una de ellas, Francesca, antes de que cumpliera los 2 años. Tenía la panza hinchada y otros síntomas, por lo que le hicieron los estudios correspondientes y tuvimos ese resultado. En ese momento, también nos indicaron el análisis para toda la familia y se lo diagnosticaron a mi otra hija, Lara, quien tenía 7 años. La diferencia que ella es asintomática, puede comer cualquier producto con gluten, que no lo siente. Sí, cuando le hicieron el estudio, se comprobó que tenía lesiones en el intestino. En ese tiempo, no se hablaba, ni se escuchaba mucho sobre la celiaquía, ni siquiera había góndolas de productos libres de gluten en Crespo, por lo que teníamos que ir a otras ciudades a comprar, por ejemplo, la pre-mezcla para elaborar las comidas. Nosotros, ni bien nos enteramos, empezamos a informarnos y a investigar de qué se trataba. Fue complicado, porque teníamos una rotisería, vivíamos a pizza, empanadas y sin darnos cuenta, les hacíamos daño”.

Wagner contó que “a mi hija de 18 años, hace 5 que se le diagnosticó que es celíaca. Cuando era chica, tuvo algunos indicios, como la panza hinchada también. Cuando le hicieron la endoscopía y biopsia del intestino, se descubrió que no estaba tan lastimado. Para la familia fue un gran impacto, lloramos todos en ese momento, pero lo asumimos y seguimos avanzando. Lo de ella es genético, no hereditario, en cualquier momento de la vida se puede presentar”.

Lichtenwald contó: “A mí me trataban por anemia, porque tenía baja la cantidad de glóbulos rojos. Hasta que hace 7 años, como además tenía cansancio, mareos, pocas ganas de hacer cosas, taquicardia y dolores de cabeza, me hice otros estudios y se comprobó que era celíaca. Todo lo que ingiero tiene que ser libre de gluten, hasta la yerba y azúcar para el mate”.

Goettig explicó que hace 5 años recibió el diagnóstico. “Fui a una nutricionista, porque bajaba de peso. Me dieron una dieta, pero como no tenía resultados, me derivó a una endocrinóloga. Entre los estudios, me pidió el de celiaquía y dio positivo. El intestino ya estaba dañado”, a lo que Repp agregó que “una cuestión a destacar es que el análisis es muy costoso y las obras sociales no se hacen cargo del mismo. Para las familias es un impacto económico muy grande, porque la canasta de alimentos libres de gluten cuesta entre 4 y 5 veces más que los demás. En nuestras casas, hay que extremar los cuidados, porque no solamente se debe tener cuidado con qué producto se elabora, sino que no haya contaminación en la manipulación. Si un celíaco va a una casa de otra persona a comer y le hace una carne en un sartén donde hizo antes fideos y no se lavó bien, a la persona celíaca ya le va a hacer mal. Si se hace un asado y se lo apoyan en una parrilla donde previamente se calentó pan, también se contamina. En nuestra familia, al principio comíamos separado, hervía en una olla fideos con gluten y en otra, sin gluten, hasta que optamos por la comida apta para celíacos solamente. Justamente por eso, es difícil salir a comer a los restaurantes. Hay una ley nacional que establece que deben tener como mínimo, un menú apto para celíacos, pero Entre Ríos no está adherida, Buenos Aries, sí. No es tan sencillo lograrlo, porque tienen que asegurar al 100% que sea apto y para eso deberán contar con una persona que solo haga ese menú, un lugar apropiado en la cocina, una habilitación con controles específicos y demás”, a lo que Wagner añadió: “Generalmente en una familia, siempre que las condiciones económicas lo permitan, que consuman todos la comida libre de gluten, es lo ideal. En nuestra casa, de 5 una es celíaca”.

Finalmente informaron que por consultas, se pueden realizar al Facebook “Celíacos Crespo Entre Ríos” y en Instagram. “La idea es que la gente se pueda contactar, consultar y de nuestra parte, estamos dispuestas a informar y ayudar”.

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