Cardiólogos quieren que se mantenga la “Ley de Etiquetado”

En Argentina, según la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, casi el 60% de los adultos tiene sobrepeso u obesidad, mientras que más del 10% sufre de diabetes tipo 2, lo que refleja la magnitud de este problema. Desde el Comité de Obesidad y Diabetes de la “Federación Argentina de Cardiología” se expresó a El Observador que la “Ley de Promoción de la Alimentación Saludable” en Argentina es una herramienta clave en la lucha contra las enfermedades crónicas no transmisibles, responsables de una alta tasa de mortalidad prematura y evitable y destacan: “La mala alimentación está estrechamente relacionada con el desarrollo de enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes y la obesidad, los 3 factores de riesgo más asociados a la mortalidad prematura en el continente americano. La ley busca revertir esta tendencia mediante el etiquetado frontal de advertencia en los alimentos y bebidas. Estos sellos permiten a los consumidores identificar fácilmente los productos que contienen altos niveles de azúcar, sal o grasas saturadas y tomar decisiones informadas sobre su alimentación”.

Los cardiólogos respaldan “firmemente esta ley, reconociendo su potencial para reducir la carga de enfermedades cardiometabólicas en el país. La defensa de esta legislación es crucial para mejorar la salud pública y prevenir enfermedades que afectan a millones de argentinos. Frente a los intentos de debilitar o derogarla, es necesario continuar con su implementación y fortalecer sus medidas, para garantizar una mejor calidad de vida para las futuras generaciones y una reducción significativa de la mortalidad prematura en Argentina…”.

LEGISLADORES NO LA QUIEREN   

Los diputados del PRO, Alejandro Bongiovanni y Daiana Fernández Molero presentaron un proyecto en la Cámara Baja con el fin de derogar la mencionada ley (N° 27.642). Días pasados con  un video publicado en las redes sociales señalaron: “Es una mala ley, excesivamente paternalista que no sirve, no te informa. Porque si todo tiene sello, es como si nada tuviera sello. Este es el Estado tratando al consumidor no solo como un niño, sino como un niño medio idiota”. La meta “es la restitución de la libertad de productores y consumidores de alimentos, mediante la derogación del Régimen de Etiquetado Frontal, cuyos objetivos se cumplen de modo más eficaz con la normativa ya vigente en el Código Alimentario en relación a rotulado, comercialización e información…”.