Capacitarán a productores en agregado de valor a la soja

En el marco del convenio de “Innovación para el Agregado de Valor”, el INTA, el INTI y la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (UCEL), invitan a los productores a capacitarse en “las alternativas económicas y tecnológicas que profundizan los procesos de industrialización en la cadena de soja”. Con anclaje en el agregado de valor para el desarrollo agroindustrial, esta perspectiva constituye la agenda de la primera diplomatura que se crea en el país sobre la temática y para la cual, se encuentra abierta la inscripción.

“Son muy pocas las industrias que parten del poroto y realizan algún proceso para generar alguno de los 80 productos que pueden obtenerse de esta materia prima, sin tener en cuenta los nuevos productos que pueden desarrollarse”, describió José María Méndez, técnico del INTA.

Se trata de una capacitación “sin antecedentes” que se dictará en la UCEL (Rosario), de abril a noviembre, con casi 30 disertantes nacionales, algunos con reconocimiento internacional, especializados en la cadena de la soja, quienes estarán a cargo de las 100 horas cátedras. Para postularse, los interesados no requieren de una carrera de grado previa y ante cualquier duda, pueden enviar un correo electrónico a [email protected].

Méndez destacó la importancia de los procesos de agregado de valor en origen debido al aporte que hacen al desarrollo de los territorios, mediante la generación de mano de obra, arraigo y un aumento de la calidad de vida. “A pesar de que la soja y sus derivados generan el mayor ingreso por exportaciones de Argentina, su grado de industrialización es bajo”, aseguró Méndez.

En este contexto, se planteó la oportunidad de que el INTA junto a la mencionada casa de estudios y el INTI, pusieran en marcha en forma conjunta una planta piloto para el ajuste de tecnologías en la producción de aceites vegetales y subproductos derivados. La misma está montada en un terreno de 2.000 metros cuadrados en San Jerónimo Sud (Santa Fe), el que fue entregado en comodato por la empresa Bunge por un lapso de 50 años.