Cánceres, tumores y otras enfermedades del oído, garganta y nariz. Opiniones del Dr. José Simón

Visitó esta semana El Observador y el programa “Fernando Huck Reportajes” de Canal 6 ERTV, el otorrinolaringólogo Dr. José Simón, quien brindó interesantes explicaciones sobre esta especialidad médica, relacionada con el oído, nariz y garganta:

– Siempre se le aconseja, fundamentalmente a los jóvenes, que no usen mucho tiempo y a un volumen elevado los auriculares, porque tendrán consecuencias futuras, ¿hay riesgo de no seguir esas recomendaciones…?

– Todo en el cuerpo tiene un límite. Cuando uno quiere hacer una determinada fuerza, lo hará hasta donde el músculo dé y si se exige de más, generará una lesión. En el caso del sonido también hay un límite, porque cuando es muy intenso, puede ocasionar al principio una fatiga (cansancio) y posteriormente, una lesión. Hay diferentes tipos de sonidos, los que son discontinuos, como podría ser un disparo, el ruido de un electrodoméstico y uno continuo, por ejemplo, el ruido de un motor, de una máquina en un taller. Si ese sonido está por arriba de los 90 decibeles, empieza a afectar. El oído tiene tres partes: lo externo, con el pabellón y conducto auditivo; el oído medio, donde están los tres huesos (martillo, yunque y estribo) y oído interno, que es el ‘caracol’, con el nervio que penetra en el medio de la cabeza. Un daño en el oído interno, como son células nerviosas, no se recuperan. Sí se pueden reemplazar por algo electrónico, pero estaríamos ya hablando de un implante coclear…

– ¿Se pueden usar cotonetes para limpiar los oídos…?

– Es muy común que se use y un movimiento brusco, por descuido, puede introducirse y lesionar el conducto. Ahí genera una disminución auditiva y lo  más importante, un dolor terrible y pérdida de sangre. Cuando son lesiones limpias, como por ejemplo las ocasionadas por un cotonete, no hay infección secundaria, los tímpanos siempre se regeneran. Ahora cuando son lesiones sucias, no. Supongamos en un trabajo de campo, una chilca se mete adentro y lastima el oído. Ahí existen posibilidades que no se regenere cuando se produce infección. Otro consejo es que no se coloquen gotas, porque genera humedad. Y así, la sangre permanece húmeda…

– ¿No hay que usar en general, gotas para el oído…?

– Los especialistas usamos muy pocas gotas, solo en contadas situaciones. Como mencioné, la gota genera humedad y la humedad favorece el crecimiento bacteriano o lo que es peor, un hongo, una micosis…

– De sus habituales pacientes, que son muchísimos, ¿hay más consultas por oído, nariz o garganta…?

– Las consultas son muy diversas… Las de oído quizás son las mayores, porque el que no tiene un tapón de cera tiene una disminución auditiva o tal vez un tinnitus, que es una sensación que escucha el paciente de un ruido totalmente desagradable y molesto. Puede ser reversible o irreversible de acuerdo a la causa y de acuerdo al tiempo de exposición…

– ¿A qué se debe que puede haber un zumbido en el oído…?

– Lo más común es que cuando hay un tapón grande de cera, que bloquea totalmente el conducto, por lo que ese paciente no escucha y siente un zumbido. Al limpiar el conducto, desaparece y mejora la audición. Pero cuando uno tiene la membrana íntegra, el oído medio normal, no hay ocupación de oído medio, ahí ya es problema de oído interno generalmente…

– Hoy se habla del aumento de casos de dengue, ¿tiene algo que ver con su especialidad…?

– Es una enfermedad viral que afecta el medio interno y produce fiebre y como lo hacía el coronavirus, puede ocasionar rinitis, faringitis y afectación de las cuerdas vocales cuando es más severo también…

– El vértigo, ¿está relacionado con un problema del oído…?

– Sí, tiene que ver con el oído. La palabra vértigo significa sensación de giro. Más que una enfermedad, es un trastorno, donde el paciente se marea cuando cambia de posición por ejemplo. Se levanta de la cama y siente esa sensación. Está también el “Síndrome de Méniere”, que a diferencia de ese vértigo en el caso anterior que dura segundos, este dura una hora y tiene crisis que pueden ser repetitivas en el transcurso de la vida…

 ¿Hay muchos casos de cáncer de garganta…?

– Sí. Dentro de lo que es la frecuencia de mi especialidad, tal vez boca, por así llamarlo, se lleve la mayor cantidad. Desde el labio hasta lo que no se ve a simple vista, por ejemplo, la hipo-faringe o las paredes laterales, para lo cual necesitamos hacer una fibroscopía o una laringoscopía… Después hay cáncer de lengua, paladar, encías, amígdalas… Siempre hay factores predisponentes, que en mi especialidad es el cigarrillo, que para nosotros es “mala palabra”… También el alcohol y las bebidas calientes… La laringe es un órgano fundamentalmente que interviene en la voz y en la respiración; la mayoría de los cánceres son muy fáciles de detectar, porque el paciente está ronco y es un fumador. Entonces, ahí uno tiene que sospechar… Generalmente aparecen llagas en la lengua, en las encías, en el labio…

– ¿Por qué se da el sangrado de nariz…?

– Cuando uno habla de sangrado nasal, habría que hacer dos grandes diferencias: está el de los chicos y el de los adultos. En los niños, siempre es de muy buena evolución y se da porque se mete los dedos, porque está resfriado, porque tiene costras en la nariz… En cambio, un sangrado nasal en un adulto no es tan fácil de resolver, porque a veces está relacionado con medicación anticoagulante o con otros problemas de salud…

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