Cambios en el servicio de Neonatología del Hospital San Roque

salud-prematurosDesde enero, el servicio de Neonatología del hospital Materno Infantil San Roque de Paraná implementó que las madres de los recién nacidos internados tengan pleno acceso, las 24 horas, en cualquier momento. Los papás también pueden ingresar pero de 8.00 a 20.00.

“El cambio favorece el vínculo madre-hijo, la lactancia y estimula el crecimiento. Está demostrado que el chico que tiene contacto frecuente con la madre aumenta mucho más de peso, tiene menos problemas de infecciones. Tal es así que al ingreso irrestricto de los padres se lo denomina el multiparamétricobiológico. La madre cumple la función de monitor cuando informa cómo está el hijo y si se alimenta adecuadamente. Y el contacto piel a piel con la madre y con el padre para el chico es muy importante”, explicó el jefe del área, Alejandro Musante.

El profesional resaltó que la medida evidencia “buenos resultados: más satisfacciones que problemas”. De esta manera se da la incorporación activa y positiva de los padres al equipo de salud neonatal, quienes acceden respetando las normas establecidas en el servicio.

Otra clave del trabajo del centro de derivación de la provincia, junto con el servicio homónimo del Hospital Masvernat de Concordia, es el acompañamiento interdisciplinario de las áreas de medicina, enfermería, psicopedagogía, servicio social, mucamas y maestranzas. Es fundamental el trabajo en equipo para que “la relación madre-hijo fluya y sea beneficiosa”.

 

La clave para el trabajo cotidiano

Musante expresó que “el 70 por ciento del trabajo en Neonatología es de Enfermería”. A las mamás también se las educa en distintos procedimientos para que se desenvuelvan con el bebé, por ejemplo, desde cómo higienizarlo a cambiar sondas nasogástricas.

“La llave del manejo de la neonatología es el equipo multidisciplinario en función de la unión madre-hijo”, afirmó el jefe del área, aclarando que “ni las enfermeras pueden trabajar por su parte, ni los médicos sin las enfermeras; tampoco si no tenemos apoyo de la parte de limpieza y maestranza, las psicopedagogas”, enumeró.

Desde Neonatología se encargan de las recepciones de los recién nacidos en los partos de la maternidad, que el año pasado fueron 3.050. Como servicio en sí, en 2015 tuvieron 650 ingresos. A la fecha cuentan unos 470 ingresos este año.

“El trabajo del servicio se va incrementando, año a año, con el incremento de la población”, analizó Musante.

El servicio atiende a prematuros extremos, que pueden llegar a pesar menos de 750 gramos y el alta es dada cuando alcanzan el peso de la edad de término, mayor a dos kilos.

 

Padres antes de tiempo

El pediatra destacó que nadie está preparado para que el hijo sea internado en neonatología. “Es una situación atípica e inesperada. Es un golpe muy fuerte para los padres tener un chico internado, máximo prematuro extremo, que va a llevar mucho tiempo de internación, con avances y retrocesos, con complicaciones. El trabajo consiste en informarlos y contenerlos”.

El servicio cuenta con un sector de terapia intensiva neonatal, compuesto por unas 15 unidades; un sector de cuidados intermedios y los prematuros en engorde.

También dispone de un lactario donde se hace la extracción de leche. No obstante se estimula que “las madres se saquen leche en contacto con el hijo, dentro de la sala, no en un cuarto y solas”.

El papá puede ingresar de 8.00 a 20.00, sin restricción. La única exigencia es: higiene personal, lavado de manos y que cumplan las normas del servicio.

La subespecialidad Neonatología evoluciona constantemente en avances tecnológicos y actualizaciones. Musante resaltó que requiere “una constante evolución y actualización para ofrecer lo mejor”. Y ejemplificó que “cosas que usábamos hace 10 años no se usan más y otras que usábamos hace 15, se volvieron a usar”.

 

Amor, profesión y equipo interdisciplinario

Valeria Blanco es jefa de Enfermería en el servicio de Neonatología, lugar de trabajo que hizo suyo hace 17 años. La premisa de Valeria es amar lo que hace, dar lo mejor. “Nuestro objetivo principal y eje fundamental es la vida de todo bebé recién nacido, independiente de la edad gestacional, desde 23 a 40 semanas y 41 semanas. Nadie es independiente y todos sumamos”, reflexionó Valeria para destacar el trabajo en equipo de médicos, enfermeros, mucamos, psicopedagogos, interconsultores, laboratoristas y radiólogos.

La clave para cuidar a los neonatos no sólo está en los conocimientos sino también en un pensamiento simple: “ese niño puede ser el único hijo de esa mamá”.

La palabra de la jefa de Enfermería se transformó para relatar una experiencia vital. “Me tocó estar del otro lado durante casi cuatro meses”, dijo quien hace 27 años fue mamá de una prematura que nació con 900 gramos. De la experiencia destacó: “Es un desafío importante, hablo más allá de mi corazón”.

La profesional explicó que el equipo acompaña al recién nacido y a sus padres, y los únicos “héroes son los pequeños que sortean muchísimos obstáculos y luchan por sus vidas”. Y agregó: “El amor es lo principal. Siempre damos más. La vida está ante todo. Siempre que se van de alta nos llena el alma que nos recuerden con una sonrisa y un gracias”.

Del servicio depende un consultorio de Alto Riesgo que permite los controles para evaluar la evolución del prematuro. También desde Neonatología dictan clases de reanimación cardiopulmonar a las mamás.

Otro beneficio es la aplicación de anticuerpos Palivizumab, que este año fueron aplicados a más de 30 pacientes.

Valeria también valoró el trabajo constante de la Fundación de Neonatología (Fundneo), en la contención de las mamás del interior. “Hoy las mamás tienen una mesa, una cama, una comida todos los días: están contenidas. Fundneo apoya continuamente el trabajo en equipo”.

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