Cadoppi: “En algunas zonas, la producción de búfalos ha ido reemplazado al vacuno”

Especialistas ganaderos señalan que la cría de búfalos presenta algunas ventajas con relación a los bovinos, como “tener una mejor conversión del forraje en carne” y por ser dichos animales, “más rústicos y resistentes a las enfermedades”. Asimismo, la utilización de la carne de búfalo, por su alto valor nutritivo y menor cantidad de colesterol, puede ser una interesante alternativa, tal como lo demuestra la experiencia que lleva adelante el Lic. Carlos Armando Cadoppi, en su establecimiento ubicado en Islas del Ibicuy, sobre el Delta Entrerriano, donde se crean las condiciones ideales para esta actividad.

El productor expresó que “en la medida que el cambio climático siga haciendo lo suyo y se presenten estos excesos hídricos que tenemos y con la poca absorción que hay en algunas zonas, la cría de búfalos va a seguir creciendo. Hay zonas, como en Ibicuy y en regiones de las provincias de Chaco, Formosa y Corrientes, de campos bajos, donde ha ido reemplazado al vacuno por su capacidad de convivencia con ciertos niveles de agua y la excelente capacidad de conversión de forraje. Así como va creciendo en otros países de Sudamérica, en Argentina lo va a seguir haciendo también”.

El ganadero señaló que en la provincia, las Islas del Ibicuy reúnen las condiciones necesarias para desarrollar esta producción. “Una, porque los campos bajos que tenemos en esa zona, son de pasto muy tierno y de abundancia; otra, porque estamos cerca de un centro de faena y de consumo como Buenos aAres y de los puertos de exportación. Por el mal manejo hídrico que hubo en esta parte de la provincia, lamentablemente van quedando afuera de sistema otras producciones y dentro de todo, el búfalo puede desarrollarse, excepto que haya inundaciones extraordinarias, donde se tuvo que sacar a los animales, pero con determinados niveles de agua, se puede producir y duplica al vacuno en su conversión de forraje en carne”.

Cadoppi, en diálogo con Jésica Roth en Diario 6 de Canal 6 ERTV, explicó que “un vacuno, en un campo de islas, no come los mismos volúmenes que puede hacerlo un búfalo, por lo que éste llega a igual cantidad de kilos en la mitad del tiempo. En vacunos, generalmente el destete se da en otoño y para el búfalo es en octubre, es decir, la mejor época forrajera”. Señaló que a esta producción “hay que mirarla comercialmente con excelentes perspectivas” y destacó que “desde hace algunos años comercializamos en Buenos Aires, pero también buscando posicionar las producciones de nuestro delta a nivel internacional”.

En cuanto a precios, aclaró que “si un ternero cuesta entre 25 y 28 pesos, uno de búfalo, de entre 180 y 200 kilos, está en 22 ó 23 y a los 150 kilos se los ganamos en la mitad de tiempo que un vacuno, es decir, en 15 y 18 meses. Desde ese punto de vista, es interesante. Hay que entender que es un animal distinto, el cuero tiene otro destino, tiene otro rinde la faena, tiene otro rinde el desposte y en cuanto a su calidad, es una carne que no tiene casi grasa intramuscular”. Asimismo, remarcó que “para criarlo, el vacuno necesita mucha suplementación y si sube el precio del maíz y baja la hacienda, puede tener un impacto muy grande en la rentabilidad, en cambio un búfalo, en un campo con buen volumen de pasto, claramente rinde”.

Destacó que también se puede comercializar la leche del animal y en ese sentido señaló que “la muzzarella más famosa del mundo y de mejor calidad que se vende en Italia, está hecha con leche de búfala, con un mayor contenido de proteínas y materia grasa. En la provincia, por el tema de las inundaciones, no se pueden desarrollar allí los tambos con este animal, pero en otras ciudades se puede armar uno tranquilamente y hacer productos diferenciados, de otra calidad. También habrá que acostumbrar al consumidor” reconoció.

– ¿Y en cuanto a enfermedades…?

– Son similares a las de los vacunos, es más, tienen un mismo plan sanitario, en contra de la aftosa y brucelosis. Es interesante destacar que por ejemplo, no tiene problemas de parición: una búfala puede quedar preñada entre los 18 o 20 meses a partir de 380 kilos y es tal la estructura, que no hay inconveniente de que quede un ternero trancado como pasa con los vacunos… Es una alternativa más para tener en cuenta a la hora de producir en función del campo que uno tiene.

– ¿Hay que desarrollar aún más la comercialización?

– El búfalo tiene dos puntos críticos, uno precisamente es la comercialización, que aún es incipiente. Si bien estamos vendiendo desde el 2003, el argentino está acostumbrado a la carne de alto nivel de grasa intramuscular, por lo que hay que hacer un fuerte trabajo en ese sentido. Y el otro punto a mejorar, es que hay poca cantidad de búfalas para seguir aumentado el rodeo

 

Su origen

 

E1 búfalo tuvo su origen en Asia y se piensa que su aparición se dio hace 10.000 años. La especie “bubalus-bubalis” comprende 19 razas diferentes e incluye al denominado búfalo de los pantanos, del cual forman parte cuatro razas que son las de mayor difusión. Entre éstas, la Mediterránea es la más común de encontrar en nuestro territorio. Se calcula que actualmente en Argentina, el 90% de las producciones de este animal están concentradas en las provincias de Formosa, Chaco, Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos. El suelo del delta, sin contaminantes y una alimentación totalmente excenta de anabólicos, “permite obtener una carne tierna, sabrosa, sin excesos de grasa y con un sabor único e inconfundible” expresó Cadoppi, licenciado en Tecnología de Alimentos y referente en la provincia en esta actividad.

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