Buscan que alambrados no tengan más madera de ñandubay, quebracho, algarrobo y otras especies de monte nativo

El proyecto tendiente a evitar que los alambrados sean construidos con maderas de monte nativo obtuvo sanción definitiva esta semana por parte de la Cámara de Senadores de la provincia de Entre Ríos, por lo que se transformó en ley. Ahora, sólo resta que sea promulgado por el Poder Ejecutivo.

 

 

 

La iniciativa partió oportunamente de la diputada provincial Mariela Tassistro (PJ) y establece que “todos los organismos dependientes del Estado Provincial, centralizados, descentralizados o empresas con participación mayoritaria del Estado provincial deberán evitar el uso de postes de maderas provenientes de bosque nativo en la construcción de alambrados y/o cercados, adaptando sus obras y pliegos de licitaciones a esta ley y demás normas vigentes sobre la materia”.

 

 

 

La presente ley deposita la autoridad de aplicación en el Ministerio de Producción o el que en el futuro lo remplace, en tanto que las Municipalidades deberán adecuar sus reglamentaciones locales a las previsiones de esta Ley, sin perjuicio de la aplicación de las normas propias cuando las mismas contemplen límites o modalidades más restrictivas.

 

 

 

Tassistro comentó que “básicamente, esta ley crea un instrumento legal que colabora con la normativa vigente tendiente a la conservación del bosque nativo. En este sentido es importante que el Estado sea el que dé el primer paso hacia el reemplazo de estos materiales en los alambrados”, en tanto que remarcó que “en casi todos los casos se utilizan maderas provenientes de bosque nativo, generalmente quebracho, itín, caldén, algarrobo y especialmente en nuestro territorio entrerriano el poste de ñandubay proveniente de zonas de Villaguay, Lucas Sud, Monjes y Federal u otros, ya que las maderas de cultivo como el eucaliptus, álamo o las diferentes variedades de pino no soportan ni tiene la duración de estas maderas nobles”, detalló.

 

 

 

Entre los fundamentos de la medida, se indica que cualquiera de las especies de maderas duras provenientes de bosque nativo necesitan ente 50 y 80 años para desarrollarse y su precio en el mercado no ameritan una inversión a tan largo plazo, es por esta razón que se hace imprescindible su conservación y administración racional. Con la pérdida de la cobertura boscosa, dada la fragilidad de sus suelos, se daña de forma irreversible el medioambiente. Las especies maderables más valiosas han sido extraídas, quedando solo los de menor diámetro y valor comercial, motivo por el que no se respeta la madurez biológica, ni el objetivo primordial, que es la explotación en armonía con los ciclos naturales de las distintas especies, se explicó en los fundamentos.

 

 

 

Por último, la diputada gualeya dijo que “existen alternativas tales como la fabricación de postes de cemento, hierro o por el reciclado de desechos plásticos de probada eficacia, como también madera provenientes de bosques implantados con procesos de tratamientos de curados como por ejemplo eucaliptos debidamente tratados. En este sentido entes tales como la Dirección de Parques Nacionales o ADIF dentro del Plan Belgrano ya han tomado las iniciativas licitando la construcción de sus alambrados con estos materiales, finalizó.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.