Buscan desarrollar el cultivo de batata en Entre Ríos

En Villa Paranacito, se llevó a cabo la semana pasada una capacitación sobre el cultivo de batata, de la que participaron productores interesados en desarrollar este cultivo. La actividad se realizó en el marco del proyecto “Contribución al fortalecimiento del desarrollo del Delta Entrerriano” y el ProHuerta, estando la disertación a cargo del Ing. Agr. Héctor Rubén Marti, técnico del INTA. El profesional brindó pautas relacionadas al cultivo de batata, tanto para realizarlo a escala comercial, como en una huerta familiar.

El disertante destacó que “la batata es un alimento muy importante, por sus excelentes características agronómicas, nutricionales y culinarias. Esta hortaliza figura entre las más nutritivas y saludables, incluso médicos y nutricionistas recomiendan su consumo no sólo por su contenido de energía, vitaminas, minerales y fibra, sino también por sus propiedades de prevención de enfermedades. Puede cultivarse con éxito económico a pequeña y mediana escala, se adapta muy bien a condiciones marginales de suelo y clima y es un cultivo considerado ‘amistoso´ para el medio ambiente, por lo que se adecua muy bien a sistemas orgánicos o de bajos insumos”.

Marti explicó que “Morada INTA”, es el cultivar más tradicional y el más utilizado en Argentina. Fue creado hace más de 20 años y su vigencia se debe a su muy buen rendimiento, excelente sabor y muy buena conservación en condiciones de campo. El ciclo es de 150 días, recordó.

Los plantines representan el 25% del costo de producción, “por lo que es importante realizar una buena elección, ya que de lo contrario, una falla en esa etapa, compromete toda la producción” y recomendó que todos los años, “se debe retener el 8% de su producción como ‘semilla’ si desea plantar la misma superficie en la próxima campaña. Este material debe ser guardado para multiplicación y preparación del almácigo”.

Plantación y manejo del cultivo: “El suelo se prepara de manera que quede lo suficientemente refinado, limpio de restos de malezas y residuos. Si bien los trabajos a realizar dependerán del estado del lote (cultivo antecesor, presencia de malezas, entre otros factores), se recomienda realizar dos aradas con sus correspondientes rastreadas. La primera se da para destruir el rastrojo del cultivo anterior y la segunda, aproximadamente un mes antes de plantar. Las aradas no conviene hacerlas muy profundas, debido a que en ese caso, las batatas tenderán a formarse muy abajo y luego al cosechar muchas de ellas pueden resultar cortadas. Refinado el suelo se forman los caballones o bordos con pasadas de aporcador, que permite acumular agua en el fondo del surco y tener un caballón firme y asentado al momento de plantar, explicó.

Si bien la batata es considerada una especie tolerante a la sequía, el cultivo puede rendir más si se utiliza el riego complementario cuando las lluvias son menores. Por otra parte, el técnico explicó que la batata debe rotarse con otros cultivos, fundamentalmente por razones sanitarias, “no siendo aconsejable cultivarlas por más de dos años en el mismo terreno, para evitar la acumulación de hongos y plagas”.

Durante la exposición, los asistentes realizaron numerosas consultas relacionadas al tema, las que fueron respondidas por el profesional produciendo un importante intercambio de conocimientos, dado que el territorio posee potencialidades para el cultivo de esta hortaliza.

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