Bullrich compró las primeras 100 pistolas eléctricas Taser por $5 millones

Cada pistola de descarga eléctrica costó $36.635, mientras que el valor de los cartuchos operativos fue de $1.005 y los de capacitación, $966.

El Gobierno compró las primeras 100 pistolas Taser para las fuerzas de seguridad, para lo cual pagó al proveedor más de $5 millones. Tras el proceso de licitación, el Poder Ejecutivo se inclinó por la oferta de la empresa Axon, que entregará 100 pistolas, 1000 cartuchos operativos y 600 para capacitación.

El monto total de la operación fue de 5.285.000 pesos, es decir que cada pistola costó 36.635, mientras que el valor de los cartuchos operativos fue de 1.005 y los de capacitación, 966.

La adquisición de este tipo de armamento no letal se da a casi tres meses de la reglamentación del uso de este tipo de implementospor parte del Gobierno.

En mayo pasado, se había establecido que en agosto empezarían a ser utilizadas estas armas electrónicas por los efectivos de la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que desarrollar sus tareas de prevención de delitos en terminales aeroportuarias, portuarias y ferroviarias.

¿Qué es lo que preocupa del uso de las armas de descarga eléctrica?

Las armas “incapacitantes” como las Taser generan temor por los riesgos a la salud asociados, la capacitación del personal de seguridad, la falta de regulación internacional, el marco legal local y los controles a las compras y los países fabricantes. Bullrich podría adquirir pistolas, bastones paralizantes, picanas, armas eléctricas inalámbricas y escudos eléctricos.

La página oficial de Taser International admite que sus pistolas transmiten pulsos eléctricos a través de los cables hacia el cuerpo, inmovilizando las funciones sensoriales y motoras del sistema nervioso periférico y paralizando temporalmente a la persona. Según dicen los fabricantes, la energía puede penetrar hasta cuatro centímetros de ropa, dos centímetros por dardo.

Según establece la legislación vigente, este tipo de pistolas serán empleadas “para inmovilizar, proceder a la detención o para impedir la fuga de quien manifieste peligro inminente de lesionar a terceras personas o de auto lesionarse; cuando deba ejercerse la legítima defensa propia o de terceras personas; o para impedir la comisión de un delito de acción pública”.

“Ante el necesario empleo de armas electrónicas no letales, funcionarios de las fuerzas policiales y de seguridad federales deberán identificarse como tales de viva voz advirtiendo su inmediata intervención, salvo que dicha acción pueda suponer un riesgo de lesiones para otras personas, o cuando resultare ello evidentemente inadecuado o inútil, dadas las circunstancias del caso”, añade.

Las pistolas Taser se usan en otros países

A la hora de aprobar el uso de este armamento no letal, el Gobierno había subrayado que eran utilizadas en países como Alemania, Arabia Saudita, Canadá, Noruega, Polonia, Reino Unido, Turquía, Costa Rica, Guatemala, Panamá, Ecuador, Chile, Colombia, Brasil y Bolivia.

En todas las presentaciones, los organismos de DDHH advirtieron que el uso de Taser X26 “afecta el derecho a la salud e integridad física de sus víctimas y resulta riesgoso para la vida de las personas que sufran su aplicación”, en especial sobre quienes han padecido o padecen enfermedades cardíacas o similares, ya sean porteños o ciudadanos de la Argentina (Fuente: Ámbito).

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