Brasil: Una intérprete de lengua de señas descubrió en su escuela cómo un pastor abusaba de una de sus alumnas

Brasil registra alrededor de 500 mil casos de explotación sexual infantil por año. La colaboración de los docentes puede ser de gran ayuda para solucionar el gran problema del abuso infantil.

En su primer día de clases en 2016, la niña de 13 años llegó con un hombre a la nueva escuela, en un barrio de Sao Paulo. Él se presentó como responsable de la adolescente e hizo una serie de imposiciones.

Ocurrió en una escuela que admite a estudiantes como esta adolescente, que tiene problemas de audición y que usa la lengua de señas para comunicarse.

Julia* dijo a BBC Brasil que él dijo: “Soy pastor y me ocupo de los intereses de la familia de ella. Hablo porque quiero que me digas si algún niño se le acerca. Quiero saber si hay un niño que le envía una carta, esas cosas. Como ella fue abusada en otra escuela, tengo esta preocupación”.

Un mes después, Julia descubrió durante una clase de lengua de señas que el hombre abusaba de la niña casi a diario. Él pagaba una cuota mensual de unos US$271 a los padres de la adolescente para que ella durmiera en su casa unos días a la semana.

Según Julia, todo esto le fue revelado por la niña unas pocas semanas después de que empezara a asistir a la escuela.

Una encuesta organizada por el Instituto Liberta señala que Brasil registra alrededor de 500 mil casos de explotación sexual infantil por año. Esto ocurre cuando un adolescente de 14 a 18 años tiene relaciones sexuales con un adulto a cambio de algo. Solo Tailandia registra más casos.

Señales

Hasta que estuvo segura de lo que estaba pasando, la intérprete estuvo atenta a una serie de señales. Expertos en educación y psicología infantil dicen que esa actitud es esencial para descubrir el abuso.

“Era una adolescente muy hermosa. Llamó mucho la atención de los chicos, pero debido a que es sorda y que estaba en un ambiente mayoritariamente auditivo, tuvo una mayor apertura con el intérprete, que necesita tener esa sensibilidad y construir un vínculo de confianza con el alumno”, cuenta.

Durante un mes la adolescente registró más ausencias que asistencias a la escuela.

Al ser interrogada, justificó sus ausencias diciendo que se iba a dormir muy tarde debido a las ceremonias religiosas en las que participaba en su iglesia, en la que el hombre que la llevó a la escuela era pastor.

Cuando tuvieron más confianza, la adolescente le preguntó a la maestra que qué pensaba de un hombre que tiene una relación con una menor. Julia recuerda que luego reveló que solía dormir en la casa del pastor. Los dos solos, ya que la esposa del líder religioso dormía en la habitación contigua.

Entonces ella alertó al director de la escuela y descubrieron que el documento de tutela que el pastor había entregado en la escuela era falso.

Convocaron entonces al Consejo Tutelar. Se llamó a la madre de la niña y, según la intérprete, ésta se indignó por la denuncia y trató de agredirla.

La niña también negó todo a la policía, pero “fuimos a la comisaría para hacer el examen físico ese mismo día y se encontró que ella había sido violada”, dijo la maestra.

La intérprete estuvo fuera de la escuela durante unos días. Cuando regresó, se enteró de que el caso estaba siendo investigado y que la familia se mudaría.

El rol de la escuela

La presidenta del Instituto Liberta, Luciana Temer, dice que el papel de la escuela es muy importante para identificar los casos de abuso.

“Cuando tienes la información de que más del 70% de los casos ocurren dentro de tu propia casa, el papel de la escuela es muy importante. Si estás en este entorno de seguridad comprometida, ¿a dónde más puede acudir el niño en busca de ayuda?”, pregunta.

Sin el contacto con la escuela, durante la pandemia, Luciana Temer cree que la situación haya empeorado.

La carga emocional absorbida por la intérprete también tuvo un precio. Durante estos años tras el caso de esta alumna, la docente se sometió a un tratamiento psicológico y recibió apoyo de amigos.

Recordando el caso del pastor abusador, dijo que tenía la sensación de una misión cumplida. Sin embargo, ella dice que dejó el caso.

“Con la terapia entendí que estoy en este entorno, pero no soy uno de ellos. Solo soy un canal y entiendo mi rol como parte de esta intermediación entre el alumno y los órganos responsables. Ya no me apropio de eso. Cuando hice esto, me salió una úlcera y pensé que me iba a morir. No es que no me duela ni me afecte, pero trato de poner un límite”, dice la intérprete.

BBC News Brasil contactó a la Secretaría Municipal de Derechos Humanos, responsable de los consejos de tutela, pero dijeron que cada consejo es independiente y que no obtuvo más detalles sobre el caso.

Fuente: BBC News

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