Bosques con ganadería integrada: Explican su importancia productiva y para minimizar consecuencias por “cambio climático”

Con una gran variedad de ecosistemas, los bosques nativos están distribuidos en todo el territorio nacional, desde selvas subtropicales (en el norte) hasta bosques subantárticos (en la Patagonia austral) y brindan múltiples servicios ecosistémicos, como producción de alimentos, agua y madera, regulan el clima, controlan la erosión, colaboran en la formación del suelo y tienen valor recreativo y de belleza escénica, entre otros aspectos. Por esto, desde el Programa Forestal del INTA se promueve el uso sostenible del bosque nativo por ser una actividad generadora de empleo y riquezas en la mayoría de los territorios forestales del país.

Pablo Peri, coordinador del Programa Forestal del INTA, expresó que “perder bosques es también perder la capacidad de fijar carbono en un marco de cambio climático. Por eso es necesario incorporarlo a la matriz productiva como un proveedor de servicios ecosistémicos, especialmente en lo que respecta a la producción forestal” y ejemplificó que con manejo silvícola el bosque del Parque Chaqueño puede fijar alrededor de 0,26 toneladas de carbono por hectárea al año, los bosques patagónicos de ñire 0,45, la selva misionera hasta 3,25 y la región del monte con algarrobales 0,17 toneladas de carbono por hectárea al año. Sin embargo, si al manejo de los bosques le sumamos la integración con la ganadería, los resultados positivos se multiplican. “El Manejo de Bosques con Ganadería Integrada (MBGI) es una propuesta de manejo que provee recursos productivos –carne, forrajes y madera– y a la vez brinda servicios ecosistémicos que ayudan a minimizar el cambio climático, la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad”, señaló Peri.

En Argentina, la planificación del sistema silvopastoril, no solo considera el rol de la ganadería integrada con los árboles -nativos o cultivados-, sino que además, incluye el componente social, que se refiere al productor y al entramado de actores políticos, institucionales, del mercado y del sector científico-tecnológico. De hecho, en 2015 se firmó un convenio marco entre los ex Ministerios de Agroindustria y de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación para la implementación de un acuerdo técnico y de articulación de políticas públicas sobre “Principios y Lineamientos Nacionales para MBGI”. Se trata de una forma concreta de ver el ‘gran sistema’, donde la política pública tiene un rol muy importante en la gestión de las modalidades de uso del suelo y sus implicancias sobre la sociedad. En este punto, el MBGI propone el manejo integral del ecosistema, como una herramienta de desarrollo frente al cambio de uso del suelo, donde se incluye al bosque nativo en la matriz productiva, como un agente proveedor de servicios ecosistémicos, especialmente en lo que respecta a la producción ganadera y forestal.

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