Las industrias lácteas comenzaron a notificar a los productores que a partir de enero van a pagar menores precios por el litro de leche, por “quebrantos operativos y agotamiento de la capacidad financiera” se explicó. La noticia fue recibida con preocupación por los tamberos, quienes afirman que ya están trabajando por debajo de los costos fijos y esta baja, podría provocar nuevos cierres de establecimientos.

El presidente de la Cámara de Productores Lecheros de Entre Ríos, Bernardo Berruhet, dijo al programa “Diario 6” que se emite por Canal 6 ERTV, que “con el precio anterior, ya no teníamos la rentabilidad que se requiere y que ahora se disponga de una baja es preocupante, en un momento donde el productor necesita hacer inversiones y afectado por una inflación que sigue pegando muy fuerte. Hoy se está pagando entre $ 2,95 y $ 3,05 por litro, que es un valor por debajo de los costos. Lamentablemente seguimos siendo la variable de ajuste y esta baja, va a golpear muy fuerte el bolsillo del tambero”.

El dirigente contó que “no he tenido contactos ni reuniones durante estos días con el sector industrial, pero según tengo entendido, pagarán menos debido a que la exportación hoy no es tan rentable para la industria. Pero hay que recordar que si bien la leche a nivel internacional bajó su precio, cuando estuvo con valores altos, llegándose a pagar hasta 5.000 dólares (la tonelada), no trasladaron esa ganancia al productor. Creemos que es necesaria la intervención del Estado en cuanto a la regulación de los precios, porque estamos indefensos y no tenemos la posibilidad de discutir precios con la industria. Ellos te avisan que van a bajar y no podemos hacer absolutamente nada”.

– Mientras tanto, lo que paga un ciudadano común por un litro de leche en la góndola ($ 14), dista de lo que recibe el productor ($ 3). ¿Hay una esperanza de diálogo entre el gobierno, la industria, el comercio y los productores?

– Desde que estoy como dirigente, nunca nos hemos podido sentar con el sector comercial a conversar estos temas. Los 2 eslabones más débiles de la cadena son los productores y los consumidores, que son la moneda de ajuste, tanto de la industria como del comercio. No tenemos la posibilidad de sentarnos a discutir el precio del litro de leche y estamos a la merced de lo que el industrial tenga ganas de realizar.

– ¿Es así en otros países?

– No. Tenemos el caso de Brasil, que tiene una institución muy grande, donde están sentados tanto los industriales como los productores y llevando un monitoreo de los costos de cada sector, se ponen de acuerdo en cuanto al precio. Cuando ganan, ganan los dos y si pierden, lo hacen los dos. Acá se ha intentado hacer más de una vez algo parecido, pero siempre recibimos la negativa de la industria.

– En Entre Ríos se empezó a trabajar para lograr un precio de referencia de la leche.

– Ese proyecto quedó totalmente parado, no tuvimos más novedades. En su momento se nos pidieron documentaciones y el sector productivo los preparó y cuando llegó el momento que la industria presente su parte y empezar a discutir la metodología que se iba a aplicar, se terminó todo. Por lo tanto, estamos muy lejos de lograr lo que por ejemplo tiene Brasil. Esta situación, siempre va a afectar al más débil. En este momento que viene la época de desembolsar el dinero para hacer las reservas necesarias para todo el año, tenemos un precio que ya no nos está permitiendo llevar el manejo diario del campo.

– ¿Todas las industrias aplican la baja en el precio?

– Hay 4 ó 5 empresas que manejan el precio a nivel nacional y con que ellos se pongan de acuerdo, los demás industriales van por el mismo camino. Si bien cada una de las industrias quedó en libertad de ponerlo en marcha o no, en las condiciones que estamos, si baja uno irán a hacerlo todos…