Ballet “El Remanso”: Emotivo agradecimiento de la Prof. Ailín Colacello

1493-ALDEA MARÍA LUISA-AILÍN COLACELLO Y EDUARDO GODOY-VALE-1Tras la muestra anual del ballet folklórico “El Remanso” de Aldea María Luisa, la profesora Ailín Colacello, quien junto a Eduardo Godoy, dirige desde hace 5 años el grupo, expresó un emotivo y sincero agradecimiento a diferentes entidades y personas que los vienen acompañando en esta loable tarea de difundir y enseñar un estilo de baile popular.

“Los sentimientos lindos que afloraron en la noche de la muestra, han perdurado en el corazón de más de uno. Decir gracias, queda sinceramente corto, pero es la palabra que nace cuando se demuestran tantas cosas que suman, que construyen y que proyectan…Gracias a Aldea María Luisa, a cada vecino que se acercó a darnos su apoyo, su aliento, ese empuje del día a día, al Padre Daniel y a toda la Comisión de la Parroquia Santa Ana por brindarnos el marco soñado, con la mejor predisposición; a Luis Gareis y flia. por la donación, su generosidad de siempre; a ‘Tito’ Sauer y flia., por la donación y porque nunca les faltan palabras de apoyo y de aliento para nosotros; a la familia Urich por prestarnos sus casas como camarines; a ‘Beti’ Retamar por estar siempre con tu cámara; a María del Rosario Wagner, por tomarte el trabajo de filmar las presentaciones; a Bruno Colacello por los certificados y por darnos una imagen que nos identifica donde vayamos; a Benjamín Roskopf y Gastón Lell, por ponerle brillo chamamecero a nuestra noche y por hacernos el inmenso honor de tener semejantes músicos en nuestra fiesta. También a los dirigentes del  Club María Luisa, por brindarnos el espacio para trabajar sin descanso desde hace ya 5 años y en el que seguiremos con mucho orgullo; a nuestros ex alumnos Candela Eder, Gabriel Eder, ‘Rami’ Schoenfeld, Benjamín Roskopf, quienes fueron a apoyarnos; a esas familias que desde hace 5 años vienen trabajando codo a codo con nosotros y que siempre están; a las mamas y papás de los pequeños ‘remanseros’, que no dudaron en arremangarse y trabajar por nosotros, por sus hijos. ¡Gracias de corazón! Es hermoso ver cómo se suma gente de buen corazón a este gran proyecto y gracias a nuestras familias que, como siempre, saben entender los nervios, la ansiedad y la preocupación de cada emprendimiento; a cada ‘remansero’, desde el más chiquito hasta el más grande, que son nuestro mayor orgullo y a nuestra madre protectora ‘Señora de Itatí’”.

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