Avicultores festejan su día con buenos precios y el enorme consumo per cápita

Folmer Edelmiro 3Un gran sector productivo de esta provincia, se prepara para festejar este martes 2 de julio el “Día Nacional de la Avicultura”, actividad que identifica a una enorme cantidad de localidades entrerrianas. Crespo tiene el orgullo de haber formado hace varias décadas la “Asociación Civil Crespo Capital de la Avicultura”, la que logró que la ciudad obtenga el título de “Capital Nacional de la Avicultura”, denominación que habla a las claras de la trascendencia que tiene una de sus principales explotaciones económicas. Desde la cría de aves hasta la industrialización de sus derivados, esta zona es tradicionalmente un polo que apuesta a la generación de este tipo de alimentos, tanto para el consumo interno como para la exportación.

En el marco de esta fecha, Edelmiro Folmer, presidente de la Asociación Crespo Capital Nacional de la Avicultura, estuvo en el programa Crespo en Vivo de Canal 2 CVC, que conduce Omar Stricker, donde dijo que “según las publicaciones oficiales, en Argentina tenemos un consumo de 300 huevos per cápita. Un buen momento también atraviesa el pollo, porque tienen buen precio, son sanos, nutritivos y eso hace que se consuma mucho”.

productor avicolaEn cuanto a su experiencia personal en el rubro, Folmer contó: “Empecé en 1952 junto a mi padre, cuando se trasladó de Ramírez a Aldea San Rafael. Sus inicios en la avicultura fueron con pequeñas cantidades, pero fuimos creciendo. De 200 gallinas que teníamos cuando yo tenía 6 años, hoy estamos con casi 60.000 en plena producción. En mi caso, iba a la escuela y al volver lo acompañaba en las tareas de campo. Papá al sentirse acompañado por sus hijos, siempre se sintió impulsado a innovar, le gustaban mucho los desafíos. Después don Luis Kaehler, que era un hombre de confianza de él, le aconsejó tener las gallinas en jaulas. Usamos ese sistema con 2.500 y cuando vimos que los resultados eran mejores, fuimos poniendo jaulas a todos los gallineros. En 1978, empezamos a llevar huevos a Buenos Aires y se acopló mi otro hermano con algo de agricultura. Se conjugaron los rubros y así fuimos comprando campos, agregando gallinas y hoy estamos consolidados. Tenemos una pequeña fábrica de alimentos y algunos silos para guardar el maíz y la soja”.

En cierto momento de la historia reciente, los vaivenes económicos del país repercutieron en el crecimiento de la actividad, sobre lo cual Folmer recordó: “En 1967 hubo una gran crisis. Las gallinas se remataban, pero mi papá no iba a abandonar lo que con tanto esfuerzo había conseguido. Llegó a vender campos, para mantener las gallinas. Al año siguiente la situación se revirtió y hubo ventas a muy buen precio. Cada 4 ó 5 años se producen esos ciclos o altibajos, porque mucha gente entra en el negocio cuando la cotización marcha bien y aumenta significativamente la producción. Como no se puede exportar, el mercado interno no puede consumir todo y comienza a bajar el precio, generándose las pérdidas”. En cuanto a este problema, el presidente dijo que una de las causas es la desunión de los productores avícolas y agregó: “Tendríamos que hacer una Cámara que nos nuclee. Lo he intentado, pero no he tenido éxito. No sé si por el crisol de razas la gente no es de asociarse o cuál es el motivo. La idea es poder unirnos, para comercializar juntos. En los momentos malos, ingresaríamos menos ponedoras por un determinado tiempo, para regular el mercado y no exceder la producción. Tal vez las nuevas generaciones, con las comunicaciones modernas puedan contactarse más entre sí, porque sino ahora nos reunimos, pero cada uno se corta solo y al precio lo termina manejando el comprador. No se puede establecer un precio uniforme, entonces en el libre comercio, cada uno hace lo que puede”.

Comercio AvícolaMantener la competitividad también implica realizar fuertes inversiones. “Es impresionante cómo se han reconvertido los productores de ponedoras en la zona. Prácticamente un 35% están con galpones automáticos”, dijo Folmer.

La asociación no pierde de vista la Fiesta Nacional de la Avicultura 2014, sobre la cual anticipó: “Estamos apuntando en principio a realizarla del 6 al 8 de diciembre. Elegimos esas fechas, porque el clima generalmente acompaña. Las empresas a veces nos piden que hagamos la expo en septiembre u octubre, pero la experiencia nos demostró que hay muchas probabilidades de fracasar por el frío o tener que suspender por lluvias y en esos casos, reprogramar la cartelera artística se complica mucho. En las 2 últimas fiestas hemos logrado recaudar algo de dinero para nuestra sede, que está en plena construcción y ya próxima a techarse. Será un salón de conferencia para 50 sillas. También tendrá una planta baja con oficinas, recepción y baño y una superior, donde se instalará un laboratorio, ya que en la zona hay muchos autoelaboradores de alimentos balanceados que necesitan realizar análisis de sus materias primas. Con lo que se obtenga de la próxima fiesta, pensamos terminar el revoque y colocar el piso”.