Aunque muchos lo desconocen, la venta de autos usados también exige una garantía

Las concesionarias o agencias de autos usados están obligadas, al igual que sucede con las que comercializan unidades cero kilómetro, a garantizar en el acto de compraventa el correcto funcionamiento del vehículo. Muchos usuarios desconocen que hay una ley que obliga al concesionario o agencia de compraventa de automóviles a garantizar el correcto funcionamiento del vehículo usado.

“Esta Ley de Garantías no se hizo pensando en los autos usados, pero existe, se aplica y no se modifica. No existe ningún sistema igual en el mundo”, confirmó a Télam el presidente de la Cámara del Comercio Automotor (CCA), Alberto Príncipe.

El empresario destacó que el sector al que representa “está totalmente fiscalizado y controlado por el Estado”, y recordó que cada auto usado que ingresa o egresa a una concesionaria está fiscalizado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

En cuanto a la compraventa entre particulares, Príncipe explicó que “en ese caso no hay garantía, porque dicha ley no prevé la compra entre particulares”.

A modo de ejemplo citó que también “la Verificación Técnica Vehicular (VTV) es ley, pero no se la aplica en todo el país”.

En ese sentido, Príncipe consideró que “esa verificación debería ser la que garantice el buen funcionamiento mecánico de todo el parque automotor, no sólo el de los vehículos que se venden en determinadas regiones, sino de todos los que circulen por el territorio nacional.

Además, “la garantía de la VTV permitiría controlar la polución y el impacto ambiental en cada región de cada provincia y en cada ciudad”, puntualizó Príncipe.

En referencia a las operaciones marginales sostuvo que “las ventas en el circuito negro provocan múltiples perjuicios a quienes se involucran en operaciones llamativas o de ocasión” Al respecto, añadió que “las operaciones en la vía pública a través de los ´tachitos´, las intentadas a través de teléfonos celulares o en bares, residencias lujosas y similares, han concluido -mayoritariamente- en graves estafas”.

En ese segmento informal de comercialización es donde según su opinión “abundan los automotores mellizos, trillizos, las verificaciones falsificadas, la documentación adulterada y certificados de libre deuda inexistentes”.

El titular de la CCA alertó que “aún cuando existan operaciones que no presentan dificultades al momento de concretarse, siempre queda en el automotor un resabio que perdura.

Por ejemplo: reclamos de patentes y multas anteriores impagas, documentación complementaria, defectos de funcionamiento, entre otros”.

Concluyó asegurando que cuando se presentan problemas derivados de esas operaciones, “sólo la existencia del comerciante (agencia o concesionaria) instalado con domicilio fijo y habilitado puede garantizarle una atención para la búsqueda de una solución”.

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