Atletas de María Grande vivieron una aventura extraordinaria

Un grupo de atletas locales participó de la 7ª edición del Raid Los Andes “Columbia” 2018. Una prueba tradicional del norte argentino que atravesó territorios de Salta y Jujuy. La geografía del lugar brindó un marco extraordinario para los deportistas que resaltan esta particularidad.

Ayelén y Cielo Sian, Pedro Ronchi, Jacinto Moine y Mariano Fáes, fueron los representantes de esta ciudad. Se animaron a tres días de competencia por la ruta del Tren a la Nubes, el Portal de los Andes, Tumbaya, Purmamarca, el Cerro de los Siete Colores y Salinas Grandes, entre otros.

“Fue una experiencia particular, he regresado renovado, recuperado, fortalecido, luego de tres días consecutivos por terrenos diferentes, alturas diversas. Pero a pesar de ello me siento pleno, feliz, me reinventé, salí de adentro y con expectativas de mejorar”, comentó Ronchi en charla con El Observador. “Me siento sano, física y espiritualmente, acompañado por unos amigos/as gladiadores, en todo sentido, físico y emocionalmente, sin ellos otro estaría contando esta linda experiencia”, completó.

En tanto que Ayelén Sian dijo: “Es una de las pocas carreras que te dan ganas de volver. Pude hacerla en 2016 y este año, tiene esos elementos que la hacen única. El paisaje por diversos lugares y la calidez de la gente, la convierten en una prueba inigualable. Es una carrera dura, en cada una de las etapas. No es sencilla, pero te vienen a la cabeza las horas de entrenamiento, la manera en que te preparaste para afrontarla y salís adelante”. Luego acotó que “el resultado aquí no es lo más importante porque ves que la gente acude a realizarla por una razón, para cumplir un sueño o sencillamente para disfrutar del atletismo y de paisajes irrepetibles”.

Su hermana, Cielo, por su parte comentó: “Antes de la prueba uno siente algo de temor por el hecho de si la va a completar, también de ansiedad. Una vez en marcha, todo eso queda atrás y uno comienza a disfrutar el paisaje imponente siguiendo un plan de carrera. Pasamos por lugares que en lo personal no conocía y en verdad me sorprendieron más de lo que esperaba, por ejemplo tocar el cielo con las manos literalmente, fue estupendo. Me sorprendió la cultura, la humildad de la gente de allí y el amor a su bandera a la de los pueblos originarios. Eso fue muy atrapante. En cualquier parte donde estabas se veían sus colores”.