Atleta no vidente Germán Schlude contó su historia de vida y metas en el deporte

Visitó el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, el atleta no vidente vialense Germán Schlude, en compañía de sus padres Javier y Claudia (Barzanti), su hermana Gisela y el entrenador crespense José María Villagra, quienes en una extensa nota con el Cont. Fernando A. Huck, director de El Observador, contaron sobre los inicios de Germán en el deporte, primero en el básquet y luego en el atletismo, donde se plantea grandes proyectos, que incluyen competir fuera del país. La entrevista completa se puede ver en “Fernando Huck Reportajes-Schlude”.

El atleta recordó que “nací prematuro (a los 7 meses), por lo que el ojo izquierdo no se alcanzó a desarrollar bien. Tuve retinopatía, por lo que nunca pude ver con el mismo, en tanto que con el derecho, tenía buena visión, hice el jardín y primaria, hasta que a los 9 años, por un problema de cataratas, empecé a perder la vista, hasta no ver nada. Me costó mucho, pero seguí adelante. En cuanto al deporte, surgió a los 13 años. Nunca pensé que podía jugar al básquet en esa situación y lo logré. Cuando era chico, no había hecho ninguna disciplina, hasta que me invitaron a un campus (de básquet) para personas no videntes, en Paraná. Como voy a la escuela Helen Keller, me enganché, jugué y conocí a gente increíble…”.

– (Gisela) Y el año pasado llegó el tiempo del atletismo. Queremos destacar la bendición que fue para Germán y nuestra familia, la llegada de José Villagra. Antes del básquet, no imaginábamos que Germán pueda hacer un deporte y hoy lo vemos tan entusiasmado con el atletismo. En su vida, está continuamente dependiendo de alguien y en el deporte, es el único momento donde es libre y puede llegar a su meta solo…

– (José Villagra) El Comité Paralímpico Argentino me dio la posibilidad de tener una escuela de deportes (en Crespo) para chicos con discapacidad, a la cual podía integrar a chicos no videntes. En su momento fui a la Escuela de Educación Integral N° 11 invitando a sus alumnos, también estuve en otras escuelas y un día en Viale, durante un torneo de básquet, disciplina que practica mi hijo, pregunté si había jóvenes con problemas de visión en esa ciudad y me dieron el nombre de Germán. Hablé con el papá y su familia, les gustó la idea y a la semana empezamos a caminar, después a trotar y hoy ya llevamos 7 meses juntos…

– Muchos lo consideran ejemplo de sacrificio, superación…

– (Germán) Sí, para algunos somos ejemplo. Mi historia no es nada al lado de otras más fuertes y aún así, están mejor que yo. Quienes practicamos deportes, lo que más desarrollamos es el sentido de la orientación, que uno tiene que tenerlo más agudizado, estar más atento a lo que nos rodea. Me he caído y golpeado varias veces, es algo que uno tiene que aprender de esos golpes…

– (Gisela) Fue todo un desafío cuando empezó el básquet, que es adaptado para ellos. Son tres jugadores por cada equipo, con guías. La pelota tiene rulemanes, por lo que hace ruido y el aro es sonoro, lo que los orienta. Quien tiene la pelota, cuando llega cerca del aro, dice “tiro” y todos se quedan quietos y hace el lanzamiento. En la cancha tiene que haber un gran silencio, no puede haber ningún sonido exterior, porque caso contrario, se pierde la dinámica del juego.

– (Germán) Por ahora sigo solamente con el atletismo, ya que no me dan los tiempos para hacer otro deporte. Estoy además en 4° año de la secundaria en la Escuela Normal de Viale. Lamentablemente en la primaria me obligaron a repetir dos años, por lo que a los 11 años me cambié de escuela, donde me recibieron muy bien y en la que pude avanzar y terminé siendo abanderado (de la enseña patria). Mientras tanto, a la Escuela Helen Keller (Paraná), que es para ciegos y disminuidos visuales, fui desde chico por la estimulación temprana. Te enseñan cómo es el mundo y cómo tenés que manejarte. Se desarrolla el sentido auditivo, el tacto y te enseñan a leer y escribir, a través del sistema Braile. Nunca fui un aficionado a la lectura, pero puedo hacerlo…

– ¿A qué se apunta en lo deportivo en este 2017?

– (Villagra) Días pasados hicimos una semana completa de entrenamiento. Germán ya participó de una concentración nacional que se hizo en Gualeguay, estuvo también en una que se concretó en Santa Rosa (La Pampa) y hace dos semanas viajó a Trenque Lauquen. Es una maravilla verlo correr. El año pasado fue a su primer campeonato argentino para ciegos y en su categoría, quedó 3°, logrando la segunda mejor marca del país en su categoría. No tengo dudas de que va a ser un atleta de nivel internacional, como entrenador me doy cuenta de eso, que está de igual a igual con los chicos que competirán en ese nivel este año en San Pablo (Brasil). Como Germán es nuevo en esta actividad, no pudo estar en esa selección, pero con la marca que hace, ya tendría que participar en un sudamericano. Por el momento corre 100 metros, pero va a ser 200, para lo cual le estoy enseñando a hacer la curva y le sale muy bien. También puede participar en salto en largo, para lo cual tiene un muy buen físico.

– ¿Es una ventaja como deportista no vidente haber visto cómo era el mundo (la vista completa la perdió a los 9 años) frente a quienes nunca lo vieron?

– (Germán) En principio es desventaja. Porque uno al estar acostumbrado a haber visto algo, está menos seguro en cómo manejarse. Imagínense estar en un lugar que no conocés, cerrar los ojos y empezar a caminar. Lo primero que vas a querer hacer es abrir los ojos. Cuando perdí la vista, que fue gradual, no sabía ni dónde estaba parado. Lo que tiene el haber visto antes, es que sé cómo son las cosas y puedo guiarme y me pueden explicar. En eso, ayuda…

– ¿Tenés amigos ciegos?

– (Germán) Sí, tengo. Hablamos de nuestras experiencias si sale el tema… Hay gente que le afecta hablar de nuestro problema, pero es algo que se habla tranquilamente, porque no podemos negar que no podemos ver.

– (Villagra) Es maravilloso ver cómo desarrollan los demás sentidos. Una vez le pregunté ¿qué quería sentir en el deporte…? Y me dijo, sentirse libre y correr. Me paro a los 100 metros y lo llamo y viene derecho. El oído, es importante…

– ¿Cuentan con becas deportivas?

– (Javier) Nunca tuvimos ayuda económica, ni haciendo deportes, lo que sí tenemos es una ayuda municipal cuando hemos presentado nota por medio del Concejo Deliberante…

– (Germán) Tenía una beca cuando fui abanderado y la de discapacidad, pero supuestamente por los ingresos de mis padres, me quitaron la primera nombrada, que no eran más de $200. Después me sacaron la de discapacidad y tampoco me quieren dar la pensión. Considero que tengo derecho a tenerla, eso está legislado.

– (Gisela) Es fundamental el acompañamiento de la familia, el estar unidos, porque de lo contrario, no se puede salir adelante o cumplir estos sueños. Hay otros chicos que pasan por lo mismo que Germán, pero por ahí no tienen acompañamiento y quedan en sus casas. Hay familias que lamentablemente tienen vergüenza por eso. Nosotros estamos orgullosos y bendecidos de tenerlo a Germán.

– (Javier) El trabajo con José Villagra fue fundamental, que le ayudó a lograr libertad. Fue un momento difícil para la familia cuando perdió la visión. Recuerdo que un día le dije…. “Germán, vas a tener que tener más cuidado, porque te chocás las paredes”. Y me dijo: “Papi, hace un mes que no veo y no me animaba a decírtelo, porque te ibas a sentir mal”. Me enojé conmigo, cómo no me voy a dar cuenta. Ese mes me hablaron de la escuela que él no escribía sobre la línea y le marcábamos el cuaderno y ya no veía. Desde ahí hasta este momento, es muchísimo lo que logró. Tiene siempre la palabra justa, nunca se desespera ante cualquier situación, asimila muy bien algunas cosas, es muy maduro. Muchas veces, la persona que tiene la discapacidad es el que menos problemas tiene, el problema es su entorno familiar y la sociedad que lo rodea, que le pone límites. A la discapacidad, la podés superar.