Ataques militares entre Irán e Israel tras la salida de EE.UU. del acuerdo nuclear

Como piezas de dominó en un resbaladizo juego de guerra, tras el abandono de Estados Unidos del acuerdo nuclear iraní sobrevino una violenta escalada entre Irán e Israel, el principal aliado de Washington en Medio Oriente, en una confrontación militar sin precedente.

“Si a nosotros nos cae la lluvia, sobre ellos caerá una tormenta”, dijo el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, luego del lanzamiento de 70 misiles sobre objetivos iraníes en territorio sirio, en represalia por un primer ataque de las fuerzas iraníes con cerca de 20 cohetes sobre las Alturas de Golán, ocupadas por Israel.

Las fuerzas israelíes hicieron blanco en decenas de posiciones iraníes, incluyendo depósitos de armas y centros de logística usados por las tropas especiales. Según el ejército israelí, los cohetes iraníes fueron neutralizados por el escudo antimisiles.

Los bombardeos israelíes ocurrieron en los alrededores de Damasco, en la provincia central de Homs y también en el sur del país, en las provincias de Deraa y Al-Quneitra. El fuego cruzado habría dejado 23 muertos, todos del lado sirio, entre efectivos sirios y uniformados extranjeros aliados del régimen en la guerra que se desarrolla desde 2011.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que Irán “cruzó la línea roja” y advirtió que no permitirán que Irán “se atrinchere militarmente en Siria”.

En la misma línea, la Casa Blanca reafirmó sus fidelidades y condenó los “provocadores ataques con cohetes de Irán desde Siria contra ciudadanos israelíes”, además de respaldar el “derecho de Israel a defenderse”.

En el laberinto de alianzas de Medio Oriente también alzó la voz Moscú, socio principal de Al-Assad en la guerra que libra contra grupos rebeldes, que repudió los ataques israelíes como una “peligrosa escalada” y llamó a los dos rivales a ejercer la contención.

Según el Ministerio de Defensa ruso, el ejército israelí utilizó 28 aviones y disparó 60 misiles aire-tierra y más de diez misiles tierra-tierra.

Las posiciones israelíes en el Golán -un territorio sirio ocupado desde las guerras de 1967 y 1973- fueron blanco de una veintena de cohetes de tipo Fajr o Grad. Los cohetes fueron lanzados por la brigada Al-Quds, la fuerza para operaciones en el exterior del cuerpo de elite militar iraní, los Guardianes de la Revolución.

El presidente iraní, Hassan Rohani, evitó aludir directamente a los ataques -que los medios oficiales calificaron como “sin precedente”- y se limitó a decir que su país no quería entrar en “nuevas tensiones” con sus vecinos en la caldera de Medio Oriente.

“Irán ha intentado siempre rebajar las tensiones en la región, reforzando la seguridad y la estabilidad”, dijo Rohani durante una conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, que lo llamó alarmada por las señales de otra guerra asomando desde el inagotable polvorín de la región y repudiadas en todo el mundo.

Merkel, cuyo gobierno trabaja en todos los frentes posibles por mantener como sea con vida el tambaleante acuerdo nuclear, un tratado que quedó con la soga al cuello desde el portazo que le dio Donald Trump, dijo que la escalada de las últimas horas “nos muestra que esto es realmente una cuestión de guerra o de paz”.

Los dos gobiernos eligieron para cruzar espadas el territorio sirio, una guerra donde cada cual defiende intereses diferentes.

La cancillería siria, que cuenta con el apoyo militar iraní para mantener en pie el régimen de Bashar al-Assad, dijo que los bombardeos israelíes abren una “nueva etapa” de “enfrentamiento directo”.

Israel reconoció haber lanzado unos 100 bombardeos en Siria desde el comienzo de la guerra, en 2011, la mayoría según Tel Aviv contra cargamentos de armas iraníes destinados al grupo islamista libanés Hezbollah, otro enemigo del gobierno de Tel Aviv.

Israel sigue en “estado de alerta elevado” y los habitantes del Golán recibieron instrucciones de estar atentos a las informaciones del mando militar de la zona y evitar las concentraciones de gente, mientras que el ejército solicitó a las autoridades que reabrieran los refugios para civiles.

Nuevas sanciones económicas de Washington

Horas después de que la Casa Blanca abandonara el pacto nuclear firmado con Irán, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, junto a Emiratos Árabes Unidos, anunció ayer una acción para cortar con una supuesta red de cambio de moneda “a gran escala” que era manejada por los poderosos Guardianes de la Revolución iraníes, la fuerza de elite de la república islámica.

En la primera acción en esta línea desde que el presidente Donald Trump retiró al país del acuerdo nuclear iraní, el Tesoro anunció sanciones contra seis individuos iraníes y tres compañías relacionadas con los Guardianes de la Revolución que eran parte de la red de cambio, la cual, apuntó, manejaba “cientos de millones de dólares” en transacciones monetarias.”Las sanciones que estaban vigentes antes del acuerdo están nuevamente vigentes y nos estamos preparando para agregar sanciones adicionales, algo que puede ocurrir tan pronto como la próxima semana”, había advertido anteayer Sarah Sanders, vocera de la Casa Blanca.

Agencias AFP, ANSA y Reuters

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