Asma en Argentina: El 6% de la población adulta joven la padece

La Organización Mundial de la Salud estima que actualmente, existen 235.000.000 de personas en el mundo con asma y que el 80% de las muertes por esta causa, se registran en los países de bajos o medianos ingresos. Según un estudio nacional, que tuvo como objetivo determinar la prevalencia de esta enfermedad en la población adulta joven, 6 de cada 100 argentinos tuvieron algún ataque de asma en los últimos 12 meses o toman medicación debido a esta patología. En tanto, 9 de cada 100 tienen o han tenido alguna vez asma confirmado por un médico. Este dato fue compartido en la 1ª Jornada del “Año AAMR”, evento organizado por la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, que reunió a médicos especialistas para abordar entre otros temas, los desafíos de los especialistas y las claves “para pensar un futuro con logros y avances en relación a esta patología”.

Se trata de una enfermedad inflamatoria de las vías respiratorias que puede ser causada por múltiples factores, tanto genéticos como ambientales. Aunque no se puede curar, sí se puede controlar con un diagnóstico y tratamiento adecuado, por lo que los pacientes pueden disfrutar de una buena calidad de vida.

De acuerdo a los números obtenidos tras la última Encuesta Nacional de Prevalencia de esta enfermedad, los ataques de asma se dan con mayor frecuencia en invierno (55%) y en primavera (48,8%). Además, el 55% de las personas que dicen haber tenido una “crisis de asma” solicitaron atención en un servicio de urgencia y el 23% fue internado. Un dato muy llamativo, es que menos de la mitad de las personas (46,8%) que dicen tomar medicación para el asma, “la aplican sólo cuando tienen síntomas”. Esta enfermedad ocasiona más de 15.000 internaciones por año en hospitales públicos de todo el país, confirmaron desde la AAMR en comunicación con El Observador.

“El asma mal controlado, representa una carga significativa para el paciente y la sociedad, reduce la participación en la vida familiar y comunitaria, produce pérdida de productividad (menos días de escuela y trabajo), eleva significativamente los costos a nivel de los sistemas de salud y no tratado, puede producir la muerte. Para evitar estas consecuencias negativas es fundamental su diagnóstico, tratamiento y control” se agrega desde la mencionada entidad, en un informe para el cual se contó con el asesoramiento del Dr. Ariel Blua, coordinador de la “Sección Enfermedades Obstructivas” de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.

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