Aseguran que quienes están tristes, con desequilibrios emocionales y sin actitud positiva, tienen más posibilidades de contraer el Coronavirus

Está comprobado científicamente que el estado de ánimo, las preocupaciones y el estrés, influyen sobre la salud. En cambio si una persona es positiva, afirman los especialistas, “es más propensa a superar los obstáculos que se le presenten que quienes viven enfocados solo en los aspectos negativos”. Durante estas semanas, miles de personas viven angustiadas por la pandemia del Coronavirus y también por los impactos negativos que la misma tendrá en las economías de empresas y comercios, que inciden de manera directa en las personas.

Rodolfo E. Pacher, consultor, coaching empresario y especialista en PNL, en diálogo con Nydia Schmidt en “Mañana de Todos” de Canal 6 ERTV, expresó que “en primer lugar, hay que tener mucha serenidad en este momento de tanta confusión y de nuestra parte, brindamos herramientas para ayudar a las personas a que por sí mismas, descubran nuevas realidades y todos juntos afrontemos estas situaciones. Hoy nuestra atención está en el futuro, imaginemos como que alguien piensa continuamente en lo que va a suceder y lo que hace, es dejar de poner el foco en el presente. El común de la población le hace mucho caso a los remedios y poco al entrenamiento mental y hoy, en época de Coronavirus, la actitud, es una herramienta muy poderosa. Cada célula de nuestro organismo tiene una terminal nerviosa que recibe el estímulo, por lo que si estamos tristes y emocionalmente desequilibrados, esas terminales bajan las defensas de los leucocitos, que son el ‘ejército de defensa’. Es como que cada célula abriera sus puertas para que pasen todas las enfermedades que quieran, porque estamos débiles”.

“Los mayores de 60 años son más susceptibles a que sean afectados por esta enfermedad, porque al estar las células afectadas por cánceres, cardiopatías y otros síndromes, se encuentran más débiles que las de un niño o de una persona de 30 o 40 años y si a eso, además le agregamos la actitud, estamos en problemas. Cuando hablo de actitud, es cuando me encuentro con alguien y le doy aliento y no decir ‘estamos sonados’, ‘que jodido es esto’, eso no es gratis, porque con cada palabra que uno dice, construimos nuestra realidad. Si nos encontramos con una actitud fuerte y decimos tomemos las previsiones del caso, usemos el barbijo y demás recomendaciones, pero con actitud positiva, el virus no va a entrar, es cuestión de ser obedientes y por supuesto, evitar los extremos. Hay gente que dice “de algo hay que morir”, esa, es una broma peligrosa y sonsa. Para todos, lo que estamos viviendo, es una situación única y especial. Comparémoslo con una guerra sin bombas, de mucho cuidado, porque el síndrome es severo. Y además, requiere de un profundo cambio de hábito. Estar en la casa con los chicos, con el televisor encendido viendo cuántas personas más se afectaron, no es conveniente. Lo que sugiero es que apaguen un momento el televisor y busquen una distracción, hagan una huerta… El 90% de los problemas que nos imaginamos, no suceden, sí va a suceder un acomodamiento en todos los niveles, por eso la serenidad y la actitud, siempre nos van a llevar a mejores resultados”.

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