Aseguran que producir “carne a pasto” es una alternativa sustentable y con potencial

Desde hace algún tiempo, los criterios de consumo están cambiando de la mano de nuevos valores en la sociedad. Por ejemplo, aspectos como el bienestar animal y la sustentabilidad comienzan a ser un aspecto a considerar, así como la calidad del producto. Estos cambios, impulsan a estrategias tales como la producción de “carne a pasto” y en ese marco, desde el INTA reconocen su potencial y no dudan en asegurar que se trata de una alternativa sustentable, saludable para los consumidores y rentable para los productores.

Sebastián Lagrange, especialista en producción animal del INTA, expresó que “la realidad del mercado nacional y regional muestra una clara tendencia a estimular la producción y consumo de carnes producidas con altos niveles de suplementación energética en las etapas de terminación. El ‘engorde a pasto’ es una alternativa con gran potencial para aumentar el secuestro de carbono orgánico en el suelo, cuando este sistema es manejado con técnicas de pastoreo regenerativo”.

El profesional destacó que el pisoteo animal ayuda a incorporar al suelo la bosta y otros residuos orgánicos en descomposición. “Esto se transforma en humus, lo que promueve el crecimiento de las raíces de las plantas, la retención de agua y el desarrollo de microorganismos, al tiempo que contribuye a reducir los niveles de dióxido de carbono atmosférico y compensa los gases emitidos por los animales”, explicó.

Los rumiantes como las vacas y las ovejas, tienen la capacidad de obtener la energía requerida de la celulosa de los forrajes, sin la necesidad de recurrir al consumo de granos. A su vez, no dudó en confirmar que “el uso de leguminosas forrajeras en los sistemas de engorde pastoril incrementa el consumo y las ganancias de peso en los animales comparado con el pastoreo de gramíneas. Además, mejora la terminación de los animales, el rendimiento en res y el marmóreo de la carne, a niveles comparables a los obtenidos en los programas de engorde a corral. Como ventaja adicional, las leguminosas tienen la capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico al suelo, lo que lleva a un menor uso de fertilizantes nitrogenados y un ahorro para el productor”.

A pesar de las amplias ventajas de este sistema productivo, en la Argentina sólo entre el 10% y 15% de la carne argentina proviene de animales terminados exclusivamente a pasto, especialmente en la región pampeana.

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