Antes de ser lo que terminó siendo

Un juvenil Gabriel Heinze se ganaba su lugar en Newell’s allá por diciembre de 1994. Defendía los colores de la Lepra en la Liga Rosarina y gracias a sus buenos rendimientos, era convocado para actuar en los torneos de AFA. En la Edición Nº 424 de El Observador se publicó una entrevista en la que contó aspectos de sus primeros meses en un nuevo mundo futbolístico, a un paso del profesionalismo. Era la joven promesa antes de convertirse en uno de los grandes deportistas que vio estas tierras. El Heinze antes de ser Heinze.

Bajo el título “Un crespense triunfador”, el adolescente de 17 años manifestaba su alegría por el momento que estaba atravesando y ponía mucho énfasis en el sacrificio para obtener los resultados (una marca registrada que llevaría durante toda su vida). Se alegraba por un mensaje de Roque Alfaro (uno de los DT) y agradecía el respaldo familiar. Aquí reeditamos aquella joyita del archivo.

Con muchas ilusiones había emprendido este difícil desafío de enrolarse en las divisiones inferiores de Newell’s Old Boys de Rosario. Con mucho sacrificio, con mucha constancia, gran dedicación y con una absoluta confianza en sus condiciones, el crespense Gabriel Heinze soportó la etapa de adaptación para constituirse en la actualidad en una de las figuras de las divisiones menores del equipo del Parque de la Independencia. En su breve paso por Crespo, el joven jugador habló con El Observador sobre este trascendental momento que está viviendo, con variados e importantes objetivos trazados para el futuro.

“Estoy atravesando un momento de mucha felicidad, realmente las cosas me están saliendo muy bien en Newell’s y en esta ciudad de Rosario, es una experiencia maravillosa. Si bien uno llega a este tipo de posibilidades con todas las expectativas e ilusiones, no esperaba en un primer momento este rendimiento, ya que intervenir en una de las divisiones de uno de los equipos que está participando en los torneos de la AFA, era un gran desafío que afortunadamente estoy pasando con un balance satisfactorio a lo largo de este año”, nos relataba Gabriel Heinze.

– ¿Qué análisis se puede hacer de esta primera etapa de estadía en Rosario?

– El recibimiento de los demás chicos fue muy bueno. Cuando llegué por primera vez a Newell’s veía todo muy extraño con compañeros nuevos, tal como yo veo ahora que estoy adentro a otros chicos que se vienen a probar y que están un poco desubicados. Tanto los integrantes del equipo, como los entrenadores me han tratado de la mejor manera. Estoy en una división que tiene grandes jugadores y que además es para destacar que son muy buenas personas, que es importante a la hora de adaptarse al grupo. Era difícil meterse en la sociedad rosarina yo que venía de Entre Ríos, estando lejos de mis familiares y de mis amigos. Costó mucho sacrificio, hay que tener una gran constancia, pero los resultados logrados demuestran que valió la pena tanto esfuerzo. De aquí en más tengo que esmerarme mucho más y de este modo seguir progresando.

– El hecho de ser convocado para jugar en las divisiones que compiten en AFA, ¿demuestra tu progreso?

– Yo fui pasando cada una de las etapas. Hasta agosto de este año participé en los campeonatos de la Liga Rosarina de Fútbol, siempre en sexta división. Después de verme en acción durante las prácticas y durante los partidos que veníamos jugando en la liga, donde las cosas me salieron muy bien, los técnicos me convocaron para que juegue con el equipo que está tomando parte de los torneos de AFA donde finalmente logramos el subcampeonato. El nivel es altísimo, intervienen los equipos de Buenos Aires que tienen muy buenas divisiones inferiores, nuestra tarea fue importante y meritoria. Hace unos días, ya que no teníamos actividad en AFA, jugué la final de la Liga Rosarina donde salimos campeones al ganarle a Rosario Central por 1-0.

– ¿Cuánto tiempo le dedicás al fútbol?

– Las prácticas son de lunes a viernes. Los dos primeros días de la semana son trabajos exclusivamente físicos, el miércoles y el jueves se combina la parte fútbol con el estudio del futuro rival y el viernes se habla de todo lo táctico. Aquí se maneja un nivel de prácticas muy alto, si lo relacionamos con lo que venía teniendo en el fútbol de la liga, en esta situación se están preparando a los que van a ser los profesionales del fútbol del mañana, todos buscan su oportunidad. Estoy muy contento de haber dado un paso tan importante, si bien estaba jugando en la Primera de Unión en la Liga Paranaense, este es un paso importante que di. Yo me veo que estoy mejorando, que me están enseñando cosas nuevas y que cada técnico que me ha tocado se preocupa por el jugador y para que este progrese. Cuando llegué a Crespo, mis padres me hicieron escuchar una grabación del nogoyaense Roque Alfaro (uno de los entrenadores) que me puso muy contento, porque declaró que le rindo como jugador, pero lo más importante es que soy una buena persona para ellos. Eso me alegra muchísimo.

– ¿Qué impresión te deja esta verdadera escuela de fútbol que es Newell’s?

– Se trabaja a gran altura, como lo dije anteriormente. Los integrantes de las divisiones menores de esta entidad rosarina, estamos trabajando muy bien con unos entrenadores de gran capacidad. Nosotros estamos en contacto permanente con lo que hacen las divisiones superiores del club.

– ¿Cuáles son tus próximos pasos?

– El viernes (por hoy) viajamos a Chile para jugar un partido frente a la Selección de ese país. Viajar al extranjero es también otro aliciente que me está dando esta posibilidad. Los objetivos son seguir progresando, buscar un lugarcito en el fútbol de AFA en la temporada que viene.

– Se escuchó un rumor de la posibilidad de ser convocado para la Preselección Argentina Sub 17

– Estaba la posibilidad pero no se pudo dar por razones de la edad. Era el paso más importante de mi vida, pero no se pudo lograr. Hay que seguir trabajando. Quiero agradecer a mis padres y a mis hermanos que me han ayudado para seguir adelante.

Por Gustavo Mildemberger, El Observador, 9/12/1994