Angeloni: “Una vez que aparece la desnutrición y no se soluciona, se convierte en crónica y las consecuencias son irreparables”

1422-ROSARIO DEL TALA-Angeloni-TALITA KUMEl Centro Talita Kum de Rosario del Tala, cuya denominación significa “Levántate y Anda”, es una organización no gubernamental, que el pasado 5 de julio conmemoró el 4to. aniversario de su creación, la que comenzó a funcionar como una iniciativa de la fundación CONIN (Cooperadora para la Nutrición Infantil).

La presidenta de la comisión directiva y coordinadora de la entidad de Rosario del Tala, Norma Angeloni, dialogó con El Observador sobre el trabajo que vienen realizando y la lucha contra la desnutrición infantil, la que genera debilidad mental en los más pequeños. “En el orden institucional, funcionamos como un Centro de Información en una casa que nos otorgaron en préstamo las integrantes de Damas de Beneficiencia, ubicada en Córdoba 77 de esta localidad y en estos momentos estamos esperando la obtención de la personería jurídica, lo que nos permitirá contar con más beneficios. Asimismo miembros de la entidad y profesionales a fines de este mes viajarán a Mendoza para realizar la correspondiente capacitación que se necesita para continuar con nuestra tarea” indicó Angeloni, señalando además que están trabajando en la actualidad con 16 familias.

– ¿Cuál es la propuesta y objetivos que tiene Talita Kum?

– Los miembros de la comisión directiva, colaboradores y profesionales, apuntamos a la igualdad de oportunidades, por eso trabajamos con las madres cuyos hijos tienen problemas de bajo peso, con riesgo nutricional y en algunos casos de desnutrición e incluso con mujeres embarazadas, para que vayan aprendiendo cómo alimentar a sus hijos. Están divididas en dos grupos que concurren uno el martes y el otro el jueves, por un lado se atiende a los pequeños, hay una maestra jardinera que se encarga de la estimulación, la nutricionista los controla, hace el seguimiento y se les da el alta una vez que vemos que ya recuperaron el peso adecuado. Por otra parte, se realizan talleres para las mamás los cuales son obligatorios y si alguna no puede concurrir tiene que tener una justificación y es la asistente social la que se encarga de realizar este control, ya que también se entrega un bolsón de alimento, pero solamente si cumplen con lo pautado. Las chicas participan de un taller de cocina, de tejido y costura y además trabajan en una huerta, donde obtienen las verduras que llevan a sus hogares y aquí también elaboran algunas comidas, donde además aprenden los nutrientes necesarios que tienen que tener para una buena alimentación. Al equipo se incorporó una psicóloga que realizará un trabajo en grupo con las madres y también una señora que se ofreció a enseñarles a las chicas a confeccionar acolchados una vez a la semana los miércoles.

– ¿Las mamás que concurren al centro están solas?

– La mayoría tiene pareja, pero afrontan en general situaciones muy difíciles en el hogar y en su entorno que hace que los chicos muchas veces no aumenten de peso. La desnutrición no se basa solamente en no tener para comer, sino también en qué ambiente está creciendo el chico y ese día en la semana que las mamás y sus hijos están con nosotros, tratamos de abordar de alguna manera los problemas que tienen y darle la contención y ayuda necesaria para que puedan afrontarlos y en cierta manera superarlos. Por eso nuestro trabajo apunta al bebé que está en la panza, porque no se puede educar correctamente si el cerebro está dañado y tenemos que empezar a concientizar a las mamás, para evitar ciertas situaciones, porque una vez que aparece la desnutrición en nuestros niños y si pasa un tiempo y no se soluciona, se convierte en crónica y las consecuencias son irreparables. Y esto no se logra solo con el asistencialismo, sino con la prevención, enseñanza y contención para que las madres tengan valor, más posibilidades, conozcan sus derechos y mejoren su autoestima, para que puedan sacar a sus hijos adelante.

Lo nuestro es poner todo, para que estos chiquitos tengan su cerebro intacto; hay mamás embarazadas y no queremos que repitan la historia que pasaron con otro hijo, porque en su momento no tuvieron quién les explicara lo que les puede pasar si no los cuidan desde la panza.