Andar en bicicleta, ¿perjudica la salud sexual?

biciEl ciclismo es uno de los “deportes de moda” de los últimos años. Su práctica permite el impacto articular y, a la vez, quemar gran cantidad de calorías con sólo realizarlo una hora. Efectuar esta actividad dentro de un gimnasio o al aire libre es una de las razones por las que cada vez más personas se entrometen en este mundo.

En función de la importancia de la postura y movimientos arriba de la bicicleta, el asiento juega un rol fundamental, porque está diseñado de tal manera que el peso puede llegar a comprimir los nervios y vasos sanguíneos del área del suelo pélvico, que son necesarios para el buen funcionamiento de los órganos sexuales.

Hace una década, un grupo de investigación de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, descubrió que aquellas mujeres que practicaban ciclismo poseían menos sensibilidad genital que otro grupo de control de atletas femeninas. En la última semana, un nuevo estudio de la misma institución –publicado en la revista Journal of Sexual Medicine– demostró que, en efecto, la presión constante del asiento de la bicicleta puede causar problemas en la sensibilidad genital.

Las mujeres que se desplazan en bicicleta o reciben clases de spinning (o cualquier actividad con bicicletas estáticas) en un gimnasio se han quejado de padecer el adormecimiento y pérdida de sensibilidad genital. Este nuevo informe se basó en deportistas femeninas que realizan trayectos de al menos 16 kilómetros a la semana en bicicleta durante 4 semanas.

Tiempo atrás, la Universidad de Princeton ubicada en Nueva Jersey, Estados Unidos, agrupó a 350 ciclistas para demostrar que realizando un mínimo de dos veces a la semana durante 45 minutos diarios esta actividad, se aumentaba el apetito sexual en el 90% de los varones; en las mujeres, este apetito se consigue pedaleando tan sólo durante 25 minutos.

El estudio reveló que la práctica del ciclismo actúa como antiestrés en el cerebro. Además, la continua estimulación que sufre la zona pélvica, tanto en el hombre como en la mujer, favorece al aumento de riego sanguíneo y por ende un aumento en la sensibilidad genital. Sin embargo, los colegas de Yale no parecen estar de acuerdo con la conclusión de la entidad educativa de Nueva Jersey.

 

La importancia del manubrio: En la nueva investigación, las participantes llevaron sus propias bicicletas al laboratorio, donde fueron colocadas en máquinas estáticas para utilizarlas como solían hacerlo en el exterior. Los científicos compararon el efecto de diferentes tipos de bicicletas, con diversas posiciones de asientos, y analizaron la presión en el piso pélvico de las ciclistas. El análisis midió la sensación genital de las participantes en micrómetros –milésimas de milímetros– utilizando un estesiómetro (instrumento para medir la sensibilidad táctil).

 

MODIFICAR LA ESTRUCTURA DE LA BICICLETA PODRÍA REDUCIR LOS EFECTOS NEGATIVOS SOBRE LA SEXUALIDAD

Los resultados mostraron que el factor más determinante era la posición del manubrio. Las mujeres que utilizaban bicicletas que tenían manubrios ubicados a nivel más bajo que el asiento tenían una menor sensibilidad en el suelo pélvico. Según los investigadores, cuanto más desciende el manubrio, más debe inclinarse hacia adelante la mujer, y más peso corporal soporta el periné (suelo pélvico).

Otros estudios, en cambio, sugieren que los hombres que practican ciclismo al menos cinco horas a la semana pueden presentar un conteo menor de espermatozoides en el semen y menor probabilidad de concebir.

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