Ana María Huck: “Crespo es un sitio donde hay pujanza, trabajo y esfuerzo”

ana-maria-huck-1600x1200Visitó esta semana el “Centro Periodístico de Entre Ríos”, la señora Ana María Huck (69 años), quien en diálogo con su hermano, el Cont. Fernando A. Huck, director de El Observador y conductor del programa “Grandes Reportajes” (Canal 6 ERTV), contó sobre una parte de su destacada y amplia trayectoria en distintos medios de comunicación cristiano a nivel mundial y también dio su impresión sobre Crespo, ciudad a la que visita de manera periódica. Nacida en Argentina, Ana María vivió durante muchos años en Austria, Alemania, Estados Unidos, Méjico y finalmente en España, donde está radicada desde 1969. Allí nacieron sus 3 hijos y 6 nietos, quienes están afincados en EEUU y Paraguay. En tierras europeas, fue presentadora, conductora y guionista del programa “Tiempo de Creer” de la TVE (Televisión Española). Fundó y dirigió importantes audiciones radiales y entre otras destacadas actividades, ocupa la presidencia de la Unión de Mujeres Evangélicas de España, entidad creada hace 51 años. Asimismo, dirige la revista “Nosotras”. Es coordinadora del “Proyecto Ana”, un movimiento patrocinado por Radio Transmundial (red internacional de radiodifusión cristina) y entre muchas otras actividades, integra el equipo “Evangelismo en Acción”, que coordina campamentos para niños y adolescentes. Cuando nació, la llamaron “Anemi”, nombre que su abuelo Jorge Huck usó luego para nombrar a su fábrica maderera, que se hizo famoso en el siglo pasado por la fabricación de elementos de carpintería y albañilería (niveles, cepillos de carpintería, etc) que llevaban impreso ese nombre.

“Crespo todavía es un oasis. Veo que está progresando, a pesar de la crisis que vive Argentina. Es un sitio donde hay pujanza, trabajo y esfuerzo. Me parece muy bonito, diferente y me encanta volver cada año” remarcó en el inicio de la charla con el Cont. Huck.“Me gusta visitar Crespo, por la familia, pero sobre todo por mi mamá, que vive aquí y va a cumplir 93 años en diciembre. Ella está fenomenal, aunque su memoria quizás olvida lo que ha hecho hace 5 minutos, pero recuerda cosas importantes. Ya lo dice la Biblia: “puede decaer nuestro exterior, pero el interior se renueva” y mamá está tan fresca como una jovencita. Es precioso ver su fe tan sencilla, ver que con su edad está tan aferrada a la bondad del Señor. Cada año que vengo nos despedimos y nos miramos a los ojos y nos decimos ‘Si no es aquí, será allí’, sabemos que nos volveremos a ver… Es una comprobación que la fe es válida, es lo que te sostiene… Ella tuvo unas 15 mudanzas (por diferentes provincias argentinas y en otros países), pero nunca miró hacia atrás. Nunca se arreglaba las manos, por ejemplo, porque decía que eran banalidades, esas cosas, no son la realidad de la vida”.

– ¿Qué sensación te dejó haber estado en la reconocida TVE (TV Española)? 

– Cuando estuve (más de 10 años), era diferente. Tenía otro presupuesto. Pudimos viajar a muchos sitios (del mundo) con nuestro equipo de trabajo. El programa se llamaba “Tiempo de Creer”, que logró el apoyo de la Federación de Entidades Evangélicas Religiosas de España. Viajábamos junto a musulmanes, judíos y católicos a muchos países. Recuerdo uno desde Berlín y por una visita de Billy Graham, uno de los mayores evangelistas del mundo, quien había sido invitado a esa ciudad para dar una acción de gracias, porque después de tantos años, “el muro” (de ese país) se había roto. Se acreditaron cerca de 500 medios de comunicación para cubrir ese evento y allí estuvimos. Después de esta conferencia, fuimos y vimos cómo la gente todavía estaba picando trocitos de la muralla y el camarógrafo me pregunta si me animaba a subir y lo hice con el micrófono en la mano. Desde arriba, veía las plaquetas recordatorias de las personas que se había estrellado contra ese muro, buscando la libertad, porque muchos jóvenes trataron de subir y pasar por encima para escapar a Berlín Occidental… A la muralla se la llamó “de la vergüenza”, porque se dividieron familias que vivían de un lado y del otro. Fue para nosotros como familia, un tiempo muy difícil cuando vivíamos allí, en Alemania. Teníamos familia en Berlín Oriental y mamá preparaba y les mandaba paquetes con harina, leche, arroz, aunque nunca sabíamos si realmente llegaba… El ser humano pone delante suyo murallas para estar aislado de la humanidad y de Dios…

– ¿Cómo fue ser conductora de un programa telefónico que ayudaba a personas en situación de crisis, depresión…?

– Todos los días poníamos un texto bíblico e invitábamos a las personas a llamarnos. Hubo relatos muy fuertes y se salvó mucha gente de suicidarse… Gente que tenía que tomar una decisión difícil y nos llamaban por teléfono. Mujeres al borde del colapso por violencia de género… Es una alegría haber podido ayudar. Es un ministerio donde hay que orar mucho, porque un alma está pendiente de tu voz, no solo por lo que dices, sino cómo lo dices. Tratar de expresarle a través del teléfono que Cristo está a su lado…

– ¿Qué es el “Proyecto Ana”?

– Es un movimiento de mujeres para mujeres que sufren en el mundo, que padecen discriminación, injusticia… Una cosa es vivir en el primer o segundo mundo y otra es vivir en lugares donde la mujer no vale nada. Es un movimiento de oración a favor de todas ellas. Tenemos un calendario que se transmite por Radio Trans Mundial, llegando a 145 países en 85 idiomas, con más de 50.000 personas comprometidas…

– ¿Se cataloga como conductora, misionera…?

– Me defino como una hija de Dios, a quien se le ha dado muchos privilegios… Dios respeta los dones, fue nuestro creador y tiene proyectos y planes para cada persona. Mucha gente pasa por la vida de una forma caminando lo mejor que puede, sin saber que ha sido creada con un propósito, con un proyecto. Recuerdo que cuando mi padre (Ricardo Felipe Huck) fue transferido, en 1949, del Ministerio de Asuntos Exteriores (de Argentina) como diplomático a Viena (Austria), que estaba destruida, el cambio fue muy grande. En 1960 volvimos a Argentina porque quería renunciar a la embajada y le ofrecieron cualquier tipo de destino para que se quede, porque fue el único diplomático que no fue echado de su puesto en la embajada después de una redada por contrabando, pero decidió algo que fue muy sagrado para él, que era mejor servir al reino eterno que a un gobierno pasajero, por lo que fue enviado a España como predicador evangelista y pastor, por una organización evangélica internacional. A nuestros padres no los vi nunca mirar para atrás, o estar con melancolías o tristezas. Ellos se sentían privilegiados que Dios los quería para algo diferente…

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