Con el fin de articular acciones para trabajar en el abordaje integral de las adicciones en la provincia y de consensuar políticas vinculas a la prevención, educación, asistencia y capacitación en la materia, los ministros de Salud, Dr. Hugo Cettour y de Educación, Dr. José Lauritto se reunieron con la directora de Salud Mental de la provincia, Lic. Alicia Alzugaray. En diálogo con El Observador, la licenciada comentó sobre cómo se busca articular lo educativo, la prevención y la asistencia y remarcó que “hay directivas expresas del gobernador Sergio Urribarri para trabajar en la problemática adictiva, que nos obliga a tener siempre nuevos desafíos y reposicionamientos. En primera instancia, el objetivo es intercambiar opiniones con los actores sociales de cada localidad. Entendemos que existe mucho mito y una gran ‘inflada mediática’ en este tema, fundamentalmente del periodismo porteño, que es el que bombardea cotidianamente en nuestra provincia. Hoy escuchamos continuamente sobre las víctimas del paco y la gente de las villas que comete delitos a raíz del consumo de esa sustancia y quiero decir claramente, que esa realidad no es la de Entre Ríos, donde la principal adicción es el alcoholismo. No tenemos problemas con otro tipo de sustancias, por lo que es en eso, en lo primero que debemos trabajar y abordar seriamente, sino es como que compramos recetas de otros lugares que no tienen que ver con lo nuestro”.

Alzugaray informó que “la idea es trabajar articulando la infraestructura sanitaria existente, ya que contamos con decenas de centros de Salud, ubicados estratégicamente en casi todo el territorio entrerriano, más los 64 hospitales, que nos permitirán trabajar aceitadamente en la problemática adictiva, sin distinciones. Pretendemos que en cada pueblo o ciudad exista un lugar donde el vecino preocupado por este tema, pueda ir y ser escuchado y que no que deba ser mandado a una comunidad terapéutica de Buenos Aires o Rosario. Quien tiene problemas de adicciones, puede ser atendido en el hospital o centros de salud de su localidad. No podemos excluirlos, porque eligió un modo diferente de vida o porque optó por consumir. Como trabajadores de la salud no podemos tener prejuicios en este sentido. Respetamos las libertades individuales de los sujetos, pero tenemos que estar atentos cuando nos piden ayuda y para eso, toda la comunidad debe saber de que hablamos. Tiene que conocerlo el sacerdote, los pastores, el presidente del club, el jefe de la policía… Entre muchos, debemos compartir una sola red social para trabajar de manera coordinada…”.

– Pero muchas veces es la misma familia la que pide llevarlos afuera de la localidad…

– Sí… Hay gente que nos pide internaciones en lugares alejados y dicen porque ‘ya no lo soporto’ o ‘no lo aguanto más en mi casa’. Entonces ahí la pregunta es: ¿qué hicimos los adultos para que se llegue a esa situación? o ¿por qué nos corremos de lugar ante el sufrimiento de los pibes? Si hay un chico que está sufriendo, los mayores debemos estar. Y si ese chico aprendió a consumir, es porque los adultos le hemos mostrado un espejo. Por ahí esa persona que el joven tenía como reflejo no consumía cocaína, pero sí pastillas para dormir, vino, cerveza y lo naturalizaba, creyendo que eso estaba bien. Y a esas cosas, los menores lo ven, por lo que es difícil que nuestros jóvenes, que suelen ser los más frágiles, se puedan defender…

– ¿En los hospitales y centros de Salud locales tienen la infraestructura y los profesionales necesarios para atender adicciones?

– En infraestructura y en profesionales, en los hospitales alcanzaría para atender la demanda. Nuestra urgencia es darle más herramientas a los trabajadores de salud. Seguramente habrá que poner más recursos, pero en ese camino estamos empeñados, porque entendemos que lo podemos hacer bien…

– Hace un tiempo se prometió crear 2 centros terapéuticos en la provincia…

– Está pensado. En Paraná ya tenemos el Centro Huellas, que atiende toda la problemática adictiva de 7.00 a 19.00 de manera continuada y es posible que se hagan más instituciones de esas características. Pero la idea es que sea en los hospitales y en Centros de Salud. La gente debe entender que cuando hablamos de adicciones, no se tiene que discriminar y excluir a la persona que tiene ese problema. Se asocia a pobres, con drogas y delitos. Cuando se ve a un chico que anda con una vicera y con pantalones cortos, ya se cree que está drogado y que nos va a asaltar. Esto está instalado, pero no es la realidad entrerriana. Puede ser de otras provincias o de Capital Federal. Por eso insisto, que cuando escuchamos tanta propaganda respecto al paco, a la cocaína, que nos bombardean desde B. Aires, les pido que no repliquemos esa propaganda en nuestro territorio, sino que hablemos lo que pasa con nuestras comunidades. Siempre fue relevante el problema del consumo de alcohol y de eso, en los medios mucho no se habla y es el que más daño produce y por lejos. Con las estadísticas en la mano, es el que realmente nos debe preocupar y hoy está naturalizado y se le vende a cualquiera, incluso a menores. Los padres no tienen en claro que eso se puede transformar en una adicción. No miremos tanta “tele” porteña y veamos qué pasa en nuestra localidad y donde haya problemas, ahí vamos a estar…