Alzheimer: Explican sobre síntomas y cómo estimular a pacientes

En Argentina, se estima que 1 de cada 8 adultos mayores de 65 años padecen “Alzheimer” u otra demencia, es decir, unas 500.000 personas en el país. Al respecto, el médico gerontólogo Dr. Mario Vivas, en diálogo con Canal 6 ERTV explicó que “se trata de una enfermedad degenerativa del cerebro que está influenciada por factores genéticos y otros que pueden ser modificables y que lleva un largo proceso, en el cual el paciente va sufriendo una despersonalización, perdiendo ciertas cualidades. Se estima que desde el momento que uno presenta los primeros síntomas, el cerebro ya viene dañado de unos 15 a 20 años para atrás, pero como es un órgano muy plástico, a medida que va teniendo algún déficit, lo va compensando de alguna manera. En general, comienzan con alteraciones de la memoria, de la conducta, el ánimo y puede aparecer la depresión. Las manifestaciones son amplias y a medida que la enfermedad avanza, va presentando nuevos síntomas. Hay una base genética que predispone a que una persona vaya a tener la enfermedad, pero hay otros factores externos que actúan, como la diabetes no controlada, la mala alimentación, el cigarrillo, el alcohol, hipertensión, sedentarismo, obesidad, que también pueden producir un desarrollo de la enfermedad…

– ¿A qué edad generalmente aparecen esos primeros síntomas?

– Hay 2 tipos de manifestaciones: la hereditaria, que afecta a personas más jóvenes, con una sintomatología fluida y que generalmente se da antes de los 65 años y la forma más común, que vemos en el 95% de los casos, en personas mayores de 70. Lo importante es tratar de generar reservas fisiológicas, o sea, tener más capacidad a nivel nervioso para no desencadenar la enfermedad o al menos, relentizar la aparición de los síntomas. Dentro de esas herramientas, están eliminar los hábitos tóxicos, realizar mucha actividad física, que estimula determinados neurotransmisores y la liberación de ciertas endorfinas, que sirven como neuro-protectores. Ayuda muchísimo, estar estimulado y desafiar permanentemente al cerebro, como tener actividad de lectura, aprender a tocar un instrumento, pintar y hacer ejercicios que salen de la rutina. Por ejemplo, si uno escribe o hace todo con la mano derecha, hacerlo también con la izquierda; si uno se lava los dientes con la derecha, hacerlo con la izquierda también, porque esos nuevos estímulos, hacen que uno salga de la rutina, porque de la otra manera, lo realiza mecánicamente, sin activar ningún circuito neuronal…

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