Alexandra Vangioni, docente española: “Nadie estaba preparado para esta pandemia”

La docente Alexandra Vangioni, con familiares en Crespo, en diálogo con el Cont. Fernando A. Huck, director de El Observador, habló sobre la pandemia que está azotando a España y el mundo y narró su experiencia: “La semana anterior, empezó mi novio a sentirse mal, con dolor de cabeza y fiebre intermitente. Él había sufrido de neumonía, por lo que ante cualquier situación, le iba a afectar el doble. Por otro lado, mis suegros, que son mayores y personas de riesgo, también empezaron a sentirse mal. Finalmente, a los 3 les diagnosticaron Coronavirus. En realidad, mi cuñado fue el que empezó con dolores de cabeza y justo habían tenido una reunión familiar. Al día siguiente, él empezó con picos de fiebre, con 39º y le pidieron que se aislara en la casa, pero ya habían tenido ese contacto anterior. Como empezó con tos seca, mi novio fue al médico y le dieron medicinas, pero como no mejoraba, lo llevamos con mis suegros al hospital y quedaron los 3 internados. Les pusieron oxígeno y le suministraron antibióticos. Cada uno tenía su habitación, sin poder tener contactos con ellos”.

“Afortunadamente mi novio salió del hospital y está en la casa aislado y estamos esperando que puedan hacer lo mismo sus padres. De la neumonía están curados… He sido una especie de enfermera de ellos y hoy me encuentro bien, no tengo fiebre, que me la mido a cada rato, tuve mucho cuidado (en no contagiarse) y lo único que te dicen ahora es que si uno tiene síntomas, tiene que llamar a un número de teléfono y los médicos te van guiando. Yo vivo con mi madre (Ana María Huck) y mi sobrino, pero por precaución, no voy a ir a mi casa por las dudas, porque puedo ser portadora o no del virus. Mi madre es una persona de riesgo, mi sobrino es débil inmunemente, así que prefiero esperar aquí y cuando acabe todo esto, podré volver a verlos”.

“Por esta pandemia, han fallecido conocidos de personas amigas, más que nada porque tenían enfermedades asociadas, como las respiratorias o si antes tuvieron problemas de corazón y en especial, ataca a las personas mayores. Lo importante es cuidarse. En España, la Policía está vigilando las calles y dan permisos para hacer una compra de comida urgente, ir a la farmacia o a cuidar algún mayor… Soy maestra y ahora no trabajo. A los chicos les mandan tareas por computadora y se graban videos para que estén en contacto… En la mayoría de las empresas se hace tele-trabajos, pero hubo muchas personas que quedaron sin empleo. Aquí existe un sistema y los trabajadores que no son imprescindibles, son despedidos, con la promesa de que cuando todo vuelva a la normalidad, sean nuevamente contratados. A esas personas, se les paga un monto por 2 años para paliar su situación. Luego están los que trabajan sí o sí, los de las farmacias, supermercados, es personal que está en riesgo y que tienen que abastecer a los demás… Tengo casi 44 años y la verdad es que no imaginé que nos podía ocurrir todo esto que nos está pasando. Nadie estaba preparado, la vivimos como una situación rara. Es muy serio, es difícil ver las calles vacías, no poder salir afuera, tener que comprar con guantes y mascarillas. Las personas mayores, que pasaron la guerra sí han pasado por cosas así, pero a los más jóvenes nos resulta muy extraño. Se vive con sensación rara y sobre todo deseando que pasen los días y que se termine pronto todo esto”.