Alerta frío: Consejos para no morir por intoxicación con monóxido de carbono

Esta semana, en Buenos Aires, Miguel Bomchil, funcionario que se desempeñaba en el Ministerio de Transporte de la Nación, murió por inhalación de monóxido de carbono. Por igual motivo, la semana pasada fallecieron la esposa y uno de los hijos del senador nacional por Formosa, Luis Naidenoff y en La Pampa, la periodista y conductora Lucía Trotz. Se estima que anualmente, son más de 200 las muertes por esta causa en Argentina, según estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación.

El monóxido de carbono, producido por la combustión de los automóviles o camiones, motores pequeños, estufas, calefactores, quemadores, parrillas, braseros, calefactores a gas y chimeneas, si se acumula en ambientes cerrados, puede intoxicar gravemente a los seres humanos y animales, hasta provocarles la muerte. Los síntomas más comunes son dolor de cabeza, mareos, debilidad, molestias gástricas, vómitos, molestias en el pecho y confusión. El riesgo mayor es para las personas que se encuentran dormidas, ya que pueden intoxicarse sin advertirlo. Los niños, las personas con enfermedades cardíacas crónicas, las que padecen anemia o problemas respiratorios crónicos, generalmente son los más afectados.

Profesionales de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, en comunicación con El Observador, aconsejan que antes de usar esos equipos, “es fundamental el control de las instalaciones y el buen funcionamiento de los mismos, así como mantener los ambientes bien ventilados”. Destacan que “es importante una correcta instalación y buen funcionamiento de calefones, termotanques, estufas a gas, salamandras, hogares a leña, calderas, cocinas, calentadores y faroles” y piden controlar “especialmente las salidas al exterior de hornos, calefones, estufas y calderas, para asegurarse que estén en buen estado”.

Desde la AAMR señalan que “es necesario verificar las instalaciones con personal matriculado, que podrá identificar y corregir los desperfectos de la fuente generadora de monóxido de carbono”. También es recomendable “comprobar que la llama de estufas y hornallas sea siempre de color azul. Si la misma es anaranjada, es una mala señal. Lo más notorio en un conducto de gas que no esté bien puesto o mal tapado, es el rastro de una mancha negra en el techo y en la pared (en el recorrido que hace el caño)”.

Se recomienda fundamentalmente, ventilar toda la casa una vez al día, aunque haga frío; dejar siempre una ventana entreabierta, tanto de día como de noche, aún cuando haga frío; si se encienden brasas o llamas de cualquier tipo, no dormir con las mismas encendidas y apagarlas fuera de la casa; no usar el horno u hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente; no mantener recipientes con agua sobre la estufa, cocina u otra fuente de calor; el calefón no debe estar en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados; no encender motores a combustión (grupos electrógenos, motosierra, etc.) en cuartos cerrados, en sótanos o garajes; no mantener el motor del auto en funcionamiento cuando la cochera está cerrada. Si ese espacio está conectado al resto del hogar, hay que cerrar las puertas. Asimismo se destaca que no se deben arrojar al fuego, plásticos, goma o metales, porque desprenden gases y vapor que contaminan el aire.

¿Cómo actuar ante una intoxicación?: “La primera medida ante una intoxicación de esta naturaleza, es llamar al servicio de emergencia, apagar todos los artefactos de gas, abrir ventanas y puertas, tomar aire fresco inmediatamente” señalan desde la AAMR.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.